Ya sea que su perro esté lidiando con una emergencia médica o necesite que le corten las uñas de los pies, un viaje al consultorio del veterinario puede ser una experiencia estresante. Manejar el mal comportamiento veterinario de su perro estresado tampoco será muy divertido para usted. Si temes los viajes regulares de tu perro al veterinario, ¡has venido al lugar correcto!
En este artículo, ofreceremos una práctica guía paso a paso para que la visita al veterinario sea menos estresante para su perro. Mantener a tu perro saludable significa que no se puede evitar la visita al veterinario, y te mostraremos cómo hacer que esta tarea necesaria sea un poco más fácil.
Antes de comenzar
Haga un balance de su estado mental mientras se prepara para llevar a su perro al veterinario. Tu perro tomará tus señales de comportamiento y son excelentes para leer tu lenguaje corporal y tu estado de ánimo. Comprométete a mantener la calma y la paciencia sin importar cómo reaccione tu perro.
Además de la paciencia y una actitud tranquila, los únicos suministros que necesita son algunas de las golosinas favoritas de su cachorro.
Las 8 mejores maneras de hacer que una visita al veterinario sea menos estresante para su perro:
1. Acostumbre a su perro al veterinario con anticipación
Para ayudar a su perro a reducir los sentimientos de ansiedad en el veterinario, pregúntele al personal si puede llevar a su cachorro para visitas rápidas sin procedimientos programados. Lleve a su perro a la oficina para saludarlo, haga que el personal y el veterinario le den golosinas y tómese un tiempo para calmar a su cachorro.
El objetivo es ayudar a su perro a formar asociaciones positivas con la oficina del veterinario en lugar de que sea una fuente instantánea de estrés tan pronto como entren. Cuando tengas un nuevo cachorro, incluye viajes a la oficina del veterinario en su trabajo de socialización.
2. Enseñe a su perro a tolerar el manejo
Parte del estrés de ir al veterinario es que tu perro experimenta un manejo físico que no experimenta en ningún otro lugar. Puede ayudar a reducir ese estrés pasando tiempo en casa acostumbrando a su perro a que lo toquen. Para obtener los mejores resultados, comience este trabajo con su cachorro lo más joven posible.
Imita algunos de los pasos que toma tu veterinario durante un examen físico, como mirar dentro de las orejas y la boca de tu perro, pasar las manos por sus piernas y manipular sus patas. Ofrezca a su perro muchas golosinas mientras lo hace, nuevamente tratando de formar asociaciones positivas con los procedimientos.
3. Evite programar su cita en horas punta
Si tu perro se estresa en el veterinario, trata de programar tu cita en un horario menos ocupado. Por ejemplo, evite los fines de semana o las horas de la noche si su veterinario las ofrece. Esperar en un vestíbulo abarrotado puede aumentar la ansiedad de su perro, y es probable que capte la sensación de prisa que todos experimentan. Sin apresurarse a la próxima cita, su veterinario y su personal pueden tener más tiempo para trabajar lentamente con su perro para mantenerlo calmado.
4. Pídele ayuda a tu veterinario
Los veterinarios entienden que muchas mascotas están estresadas cuando vienen de visita y hacen todo lo posible para disminuir la ansiedad. No tengas miedo de pedirle sugerencias a tu veterinario para que la visita sea más agradable para todos. Quizás tu perro estaría más tranquilo si la cita fuera al aire libre.
Algunos perros se activan al ver una bata blanca que a menudo usan los veterinarios. Pregúntele a su veterinario si está de acuerdo con quitarse el abrigo. Muchas clínicas veterinarias ahora priorizan las técnicas de manejo sin estrés y sin miedo y estarán felices de satisfacer las necesidades de su perro.
5. Traiga un objeto de confort
Si tu perro está particularmente apegado a una manta, cama o algún juguete, llévalo contigo al veterinario. El olor de este objeto familiar puede ayudar a relajar a tu perro. También puedes usar el juguete para distraer a tu perro mientras esperas a ver al veterinario.
6. Realice viajes en automóvil a lugares que no sean el veterinario
Si la única vez que su perro se sube al auto es para ir al veterinario, es probable que su reacción de estrés comience en el momento en que ingrese a su vehículo. Para evitar esto, asegúrese de llevar a su perro en coche a otros lugares, especialmente lugares divertidos. Lleva a tu perro a dar una caminata, a la tienda de mascotas por un juguete nuevo o conduce por el vecindario dándole golosinas a tu cachorro con frecuencia.
7. No consueles demasiado a tu perro
Si bien puede ser tentador armar un gran alboroto por consolar a tu perro cuando está estresado en el veterinario, podrías empeorar las cosas. Como ya mencionamos, los perros son maestros en decodificar el lenguaje corporal humano. Si actúa de manera diferente a lo habitual, podría aumentar el estrés de su perro. No ignore a su perro, pero tranquilícelo con calma.
8. Usa productos calmantes
Otra opción para bajar el estrés de tu perro en el veterinario es usar un producto calmante, como un spray de feromonas. Pregúntele a su veterinario por otras sugerencias, como golosinas o suplementos calmantes. Si parece que la ansiedad de su perro no se puede controlar de otra manera, su veterinario puede recetarle medicamentos para ayudar a controlarla. Algunos perros se benefician al recibir medicamentos sedantes justo antes de las visitas al veterinario.
Conclusión
Incluso los perros sanos deben someterse a un examen físico al menos una vez al año, por lo que no se puede evitar ir al veterinario. Muchos perros toman sus visitas al médico con calma, pero si el suyo no es uno de ellos, pruebe uno o más de estos pasos para ayudar a reducir su estrés. Es posible que a su perro nunca le guste visitar al veterinario, pero con paciencia y muchas golosinas, puede ayudarlo a aprender a tolerar las visitas al menos.