Un evento significativo ocurrió en 2018, y fue algo que muchos pensaron que estaba atrasado. El gobierno federal aprobó la Ley Agrícola de 2018.1Lo esencial es que se volvió legal cultivar cáñamo industrial. Usar esta planta no es nada nuevo. Los chinos lo habían cultivado desde 2800 aC.2Los colonos lo cultivaron en Jamestown, Virginia. Incluso el papel utilizado para escribir la Declaración de Independencia era cáñamo.3
Existen numerosos usos para el cáñamo industrial, incluidas las fibras y los tejidos. Ambos son materiales utilizados para producir una variedad de artículos, en particular, collares para gatos,4, entre otros textiles. Pero, ¿es una sabia elección ambiental? Profundicemos en los pros y los contras de usar cáñamo.
La problemática historia del cáñamo industrial
Estados Unidos, como el resto del mundo, tiene una larga historia de uso de cáñamo. Incluso se utilizó como alternativa a los plásticos. Las cosas cambiaron cuando el gobierno federal aprobó la Ley del Impuesto sobre la Marihuana de 1937. Los intereses comerciales vieron el cáñamo como una amenaza para la industria maderera. También hubo una confusión generalizada sobre la planta.
Aunque contiene tetrahidrocannabinol (THC), no es lo mismo que la droga que la gente usa para drogarse. El cáñamo contiene solo una fracción del compuesto químico. Las disposiciones de la Ley Agrícola de 2018 limitan la cantidad al 0,3%. La marihuana tiene del 3% al 15%. Sin embargo, la gota que colmó el vaso llegó con la aprobación de la Ley de Sustancias Controladas (CSA) de 1970. Ahora era ilegal cultivar cáñamo industrial.
Un avance rápido hasta hoy, y los cultivares existen dentro del marco del USDA. El Reino Unido, Francia y Canadá habían cultivado cáñamo industrial durante años, utilizando pautas similares a las del gobierno de los EE. UU. Los fabricantes lo han utilizado para producir una amplia gama de artículos, desde papel hasta materiales de construcción y champú. Parecería que un material tan útil sería también respetuoso con el medio ambiente.
Impactos ambientales del cultivo de cáñamo industrial
Desde el principio, el cáñamo ofrece una gran ventaja sobre una planta que podría reemplazar, el algodón. A diferencia de este último, el cáñamo industrial es multifuncional. En particular, puede proporcionar una alternativa viable a los materiales menos ecológicos, como el plástico. Eso puede convertirlo en un jugador en la batalla contra el cambio climático, especialmente si su huella de carbono es menor que las cosas que reemplaza. Consideremos ambos lados.
Pros
En el frente positivo, el cáñamo industrial tiene altos rendimientos, lo que lo hace atractivo para los agricultores. Al igual que las leguminosas, también puede mejorar la salud del suelo al agregar otra especie anual a los programas de rotación de cultivos. Tiene un gran potencial para la fitorremediación o descontaminación de suelos utilizando plantas. El cáñamo industrial desarrolla raíces profundas que, a su vez, pueden mejorar su estructura. También es menos probable que la cosecha falle.
El cáñamo industrial crece más rápido que el algodón, por lo que requiere menos fertilización y control de plagas. Prospera cuando se planta en altas densidades. Eso aumenta aún más su valor para controlar las malas hierbas porque puede superarlas. Contiene cantidades más bajas de pectina y lignina mientras que tiene un mayor contenido de celulosa. Esos son puntos a su favor al considerar su uso para papel, fibra y textiles.
Contras
El cáñamo industrial es una especie amante del agua. Lo hace mejor en suelos con buen drenaje. El tiempo de cultivo más rápido es un factor atenuante, pero vale la pena señalarlo, ya que puede afectar el resultado final de un agricultor. Todas las tierras agrícolas tienen el potencial de invasión del hábitat que puede afectar la biodiversidad. También puede aumentar el riesgo de contaminación del agua. Estos factores no son exclusivos del cáñamo.
Sin embargo, los riesgos pueden ser mayores debido a las perspectivas lucrativas del cultivo de cáñamo industrial. Las plantas afectan el medio ambiente de manera diferente. El problema de estos cultivares es que pueden emitir compuestos orgánicos volátiles (COV) llamados terpenos. Curiosamente, la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. (EPA) advierte a los consumidores sobre la exposición a los COV y sus posibles efectos en la salud, incluidas las enfermedades hepáticas y renales.
Es cierto que la ciencia tiene un largo camino por recorrer para determinar las técnicas de cultivo de cáñamo industrial que pueden disminuir los posibles impactos ambientales.
La pendiente resbaladiza
El cáñamo industrial puede no contener cantidades significativas de THC, pero contiene cannabidiol (CBD). Probablemente haya visto productos para mascotas con CBD, y los vendedores promocionan sus posibles beneficios para la salud. Si bien es legal para las personas, la FDA advierte contra su uso en mascotas. El jurado todavía está deliberando sobre su seguridad. Actualmente, su uso como ingrediente en alimentos para mascotas es ilegal.
Es una pendiente resbaladiza que aún no se ha resuelto. La agencia ha aprobado el CBD como medicamento recetado para las convulsiones en humanos. Técnicamente, no debería ser legal como droga y como suplemento. Algunos fabricantes tienen collares de cáñamo para gatos que anuncian sus efectos calmantes. Los científicos no han hecho que esta correlación sea definitiva en las mascotas.
Reflexiones finales
El cáñamo industrial puede ser una bendición para resolver muchos problemas de suministro con un reemplazo sostenible. Sin embargo, al igual que la energía, todos los cultivos tienen sus pros y sus contras. El cáñamo no es una excepción. Es una industria floreciente que aún no ha visto todo su potencial. También se necesita mucha investigación.
Nuestro consejo es un enfoque de esperar y ver. Puedes encontrar muchas alternativas a los collares de cáñamo para gatos sin las preguntas sin respuesta que plantea el cultivo del material.