¿Tu gato tiene costras en la punta de las orejas o en todo el cuerpo y se rasca intensamente? Si la respuesta es sí, es posible que tu gato esté infestado de sarna.
La sarna o sarna es poco común en los gatos, pero puede afectar a cualquier gato, independientemente de su raza. Es contagioso y puede propagarse rápidamente a otras mascotas, por lo que es fundamental tratarlo a tiempo. Esta enfermedad de la piel es causada por ácaros microscópicos que excavan profundamente en las capas de la piel, lo que hace que las mascotas se rasquen hasta el punto de automutilarse.
La sarna se encuentra en todo el mundo y entre muchas especies animales, incluidos los humanos. Los dueños de gatos deben estar atentos a los signos clínicos de sus mascotas y llevarlos al veterinario lo antes posible.
¿Qué es la sarna?
La sarna en los gatos es una dermatosis parasitaria que pica, producida por dos especies de ácaros. Estos ácaros afectan preferentemente a determinadas zonas del cuerpo, especialmente a las zonas sin pelo o con poco pelo. Los ácaros hembra parasitan la superficie de la piel. Durante la noche, cavan túneles para poner sus huevos diariamente. Las larvas emergerán en la superficie de la piel para transformarse en ninfas y luego en adultos.
El movimiento de la hembra y sus productos metabólicos hacen que los gatos se rasquen violentamente. Los animales afectados presentarán picor y rascado excesivos y desarrollarán lesiones y costras en la piel.
La transmisión ocurre a través del contacto directo con un animal enfermo, pero los gatos también pueden recoger ácaros del pasto, refugios, etc. Esta condición puede desarrollarse en gatos que viven en interiores y en aquellos que tienen acceso a un ambiente exterior. Un mayor riesgo de infestación lo presentan los gatos que entran en contacto con el ambiente exterior. Afecta principalmente a los gatos que tienen un sistema inmunitario bajo, viven en condiciones insalubres o se alimentan con una dieta deficiente.
La sarna se puede diagnosticar fácilmente cuando los signos clínicos son evidentes. Es una afección que se puede tratar, pero es altamente contagiosa y se puede transmitir a otros animales, incluidos los humanos.1 Los propietarios deben mantener a sus mascotas en cuarentena si les han diagnosticado sarna.
Si no tratas la sarna a tiempo, puede extenderse por toda la superficie del cuerpo de tu gato. Las mascotas pueden incluso morir si no reciben tratamiento cuando la sarna se generaliza.
¿Cuáles son los signos de la sarna en los gatos?
La sarna es una enfermedad rara en los gatos pero es altamente contagiosa. Muchos gatos son portadores y la enfermedad se desarrolla si la salud del gato se deteriora.
Aunque estos ácaros pueden parasitar todo el cuerpo de los gatos, prefieren las zonas sin pelo o con menos pelo, como las orejas, las articulaciones de las patas, la cola, alrededor de los ojos y la nariz. Los primeros síntomas aparecen de 2 a 6 semanas después de que su gato haya estado en contacto con un animal con sarna.
Los primeros signos de sarna en gatos suelen aparecer en la punta de las orejas, luego descienden por la cara y afectan a todo el cuerpo si no se trata a tiempo.
La sarna causa picazón severa e irritación de la piel, haciendo que los gatos pierdan el pelaje en las áreas donde se rascan con más frecuencia y violencia. Al principio, aparecen manchas rojas en la piel y los dueños de gatos pueden confundir esta fase inicial con una irritación cutánea trivial.
Sin embargo, después de unos días, comienzan a aparecer signos específicos, que incluyen:
- Erupción
- Lesiones cutáneas por rascado
- Costras
- Infecciones secundarias de la piel
- Agitación
- Pérdida de cabello
¿Cuáles son las causas de la sarna?
La sarna en gatos puede ser causada por dos especies de ácaros: Notoedres cati y Sarcoptes scabiei. La infestación más común en gatos es con N. cati.
Estos ácaros cavan túneles en las capas profundas de la piel, provocando un intenso picor en la zona afectada. Solo los ácaros hembra excavan en la piel. Lo hacen para poner sus huevos y alimentarse (los ácaros se alimentan de células muertas y linfa). Los huevos y los excrementos provocan reacciones alérgicas que se traducen en un picor aún más fuerte.
La infestación se produce principalmente por contacto directo con un animal enfermo. Un simple toque suele ser suficiente para provocar la infestación, ya que los ácaros pueden pasar rápidamente de un organismo a otro.
Los gatos que viven en albergues, en la calle o en condiciones antihigiénicas, aunque tengan dueño, son los más propensos a infectarse con sarna. Los gatos con un sistema inmunitario débil u otras enfermedades y aquellos que son alimentados con dietas de mala calidad también son objetivos de estos ácaros.
Si su gato sale, no permita que se acerque a animales callejeros que muestren signos de sarna, por ejemplo, lesiones en la piel, costras y picazón. Aunque pueda parecer una simple irritación o una forma de dermatitis, la sarna es altamente contagiosa.
Si sabe que su gato está infestado de sarna, póngalo en cuarentena y haga todo lo posible para mantenerlo alejado de otros animales.
Los gatos también pueden contraer ácaros de la sarna de la vegetación, otros espacios abiertos o lugares donde hay varios animales, como refugios, aunque esto es raro.
El parásito que causa la sarna permanece vivo durante una media de 2 a 4 semanas, por lo que su gato puede enfermarse incluso si se ha descartado el contacto directo con un animal infestado.
El ciclo de vida de los ácaros de la sarna
Los ácaros de la sarna tienen cuatro etapas en su ciclo de vida: huevo, larva, ninfa y adulto. La transmisión ocurre principalmente a través de la transferencia de hembras preñadas. Las hembras cavan túneles en las capas de la piel para poner huevos y alimentarse. En promedio, una hembra pone de dos a tres huevos por día durante un máximo de 6 semanas (hasta que muere).
Las larvas eclosionan en 3 o 4 días y luego migran a la superficie de la piel y se detienen en el estrato córneo (la capa exterior de la piel) para cavar madrigueras, que se llaman bolsas de muda. En estas bolsas, las larvas se alimentan y se convierten en ninfas y luego en adultos. El macho adulto entra en la bolsa y se aparea con la hembra. La hembra permanece fértil por el resto de su vida.
Después del apareamiento, el macho muere y la hembra deja la bolsa para encontrar un lugar adecuado para poner sus huevos.
¿Cómo cuido a un gato con sarna?
Si tu gato muestra signos de sarna, debes llevarlo a la oficina del veterinario lo antes posible y ponerlo en cuarentena. También es necesario higienizar con frecuencia, especialmente en los lugares donde se ha alojado tu mascota. Recuerda usar guantes cuando entres en contacto con tu gato durante unas semanas después de que termine el tratamiento.
Siga estrictamente los consejos e instrucciones de su veterinario para obtener los mejores resultados. El tratamiento dura varias semanas, por lo que hay que tener paciencia.
Todas las mascotas que hayan estado en contacto con su gato infestado deben recibir tratamiento. Recuerde que también se puede propagar a los humanos, incluso si los humanos no son el huésped principal.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Pueden los perros contraer sarna de los gatos?
La sarna de los gatos se puede transmitir a los perros, siendo los ácaros Sarcoptes scabiei los más comunes. Las infestaciones con ácaros Notoedres cati son raras en perros. La transmisión es típicamente a través del contacto directo con un gato enfermo. Los síntomas de la sarna en perros son similares a los de los gatos: picor excesivo, lesiones, costras y pérdida de pelo. En los perros también puede aparecer la denominada “piel de elefante”. Esto sucede cuando la sarna se propaga por todo el cuerpo de un perro.
¿Se puede transmitir la sarna felina a los humanos?
La sarna es una enfermedad zoonótica, lo que significa que puede transmitirse de animales a humanos. Es contagioso tanto para animales como para humanos. La sarna causada por el ácaro Notoedres cati es la forma más común de sarna en los gatos y, como muestran los estudios, también se puede transmitir a los humanos. La sarna causada por el ácaro Sarcoptes scabiei es menos común en gatos pero es muy común en perros. Este tipo de sarna es la que más se transmite a los humanos.
¿Cómo trata la sarna un veterinario?
Si sospechas que tu gato tiene sarna o si el veterinario le ha diagnosticado sarna a tu mascota, se prescribirán una serie de tratamientos en función de la gravedad. Por lo general, el tratamiento dura varias semanas y puede incluir baños y baños medicados, medicamentos tópicos (aplicados en la piel), píldoras, inyecciones, tabletas masticables o líquidos orales. La sarna es relativamente fácil de tratar si se diagnostica a tiempo y no se generaliza.
Conclusión
La sarna en gatos es una enfermedad de la piel altamente contagiosa causada por dos especies de ácaros, siendo la más común Notoedres cati. La transmisión es a través del contacto directo con un animal enfermo o del medio ambiente. La sarna aparece primero en la parte superior de las orejas y luego desciende a la cara. En infestaciones masivas, puede extenderse por todo el cuerpo. Los ácaros hembra cavan túneles en la piel para poner huevos, lo que provoca una picazón intensa. Los signos clínicos ocurren de 2 a 6 semanas después del contacto e incluyen picazón y rascado severos, lesiones y costras, y pérdida de cabello. La sarna es tratable y rara vez puede ser fatal, pero los gatos enfermos deben mantenerse en cuarentena.