Derivaciones portosistémicas en perros (PSS): signos, causas & Tratamiento (Respuesta del veterinario)

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Derivaciones portosistémicas en perros (PSS): signos, causas & Tratamiento (Respuesta del veterinario)
Derivaciones portosistémicas en perros (PSS): signos, causas & Tratamiento (Respuesta del veterinario)
Anonim

Las derivaciones portosistémicas son defectos en el flujo sanguíneo entre los órganos abdominales y el hígado. Las derivaciones se deben a vasos sanguíneos anormales, que desvían la sangre hacia la circulación sistémica y evitan el hígado y sus procesos metabólicos.

Cuando la sangre no fluye con normalidad al hígado, pueden surgir varios problemas de salud, como un crecimiento deficiente, pérdida de peso, problemas de comportamiento y problemas neurológicos como convulsiones y coma. Algunas derivaciones portosistémicas son graves y potencialmente mortales y, sin el tratamiento adecuado, pueden tener malos resultados para el perro.

¿Qué es una derivación portosistémica?

Las derivaciones portosistémicas, también conocidas como derivaciones hepáticas o hepáticas, son defectos congénitos o adquiridos que ocurren en los perros cuando hay un flujo anormal de sangre desde el hígado a otras partes del cuerpo. Normalmente, la sangre que drena los órganos abdominales (por ejemplo, intestinos, páncreas, bazo) fluye hacia la vena porta para ser enviada al hígado para ser metabolizada y procesada.

Con una derivación portosistémica, la sangre fluye directamente a la circulación sistémica en lugar de ir primero al hígado, ya sea a través de una conexión anormal entre la vena porta, una de sus ramas u otra vena. Esta redirección anormal del flujo sanguíneo da como resultado que las toxinas, los desechos y los nutrientes pasen por alto el hígado y sus procesos metabólicos, lo que lleva a varios problemas de salud.

Además, el hígado no recibe los nutrientes esenciales para su propio desarrollo y mantenimiento. La condición puede variar en severidad y puede causar una variedad de síntomas y problemas en los perros. En la mayoría de los casos, una derivación portosistémica es un defecto congénito con el que un perro simplemente nació.

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¿Cuáles son los signos de una derivación portosistémica?

Los signos de una derivación portosistémica en perros pueden variar según la gravedad de la afección y la ubicación de la derivación. Los signos más comunes de una derivación portosistémica incluyen los siguientes:

  • Crecimiento deficiente o atrofiado en cachorros
  • Pobre desarrollo muscular
  • Pérdida de peso
  • Signos neurológicos o conductuales anormales (p. ej., apatía, depresión, desorientación, mirar al vacío, dar vueltas, presionarse la cabeza, ceguera)
  • Convulsiones

Los signos menos comunes de una derivación portosistémica pueden incluir:

  • Signos gastrointestinales (por ejemplo, vómitos, diarrea o estreñimiento)
  • Pobre apetito
  • Aumento de la sed y la micción
  • Coma

Los perros con derivaciones portosistémicas suelen tardar más en despertarse de la anestesia. Algunos signos de comportamiento, como desorientación y dar vueltas, solo pueden ocurrir después de comer una comida rica en proteínas. En algunos perros, es posible que los signos de la derivación portosistémica no aparezcan hasta que sean mucho mayores.

Si nota alguno de los signos anteriores en sus perros, es importante buscar atención veterinaria para una evaluación adecuada.

¿Cuáles son las causas de una derivación portosistémica?

Las derivaciones portosistémicas son causadas por un flujo anormal de sangre desde la vena porta a una vena sistémica, lo que provoca que la sangre pase por alto el hígado y sus importantes funciones metabólicas. Los perros pueden tener una derivación portosistémica como un defecto congénito (una anomalía con la que nacieron) o como un problema que desarrollan más adelante en la vida (una derivación adquirida). Las derivaciones portosistémicas se pueden adquirir a partir de un traumatismo, una enfermedad hepática grave (cirrosis) u otras afecciones médicas.

La mayoría de las derivaciones portosistémicas en perros son defectos congénitos. Algunos de estos defectos congénitos también se heredan, lo que significa que el perro desarrolló la derivación debido a los genes que heredó. La base genética de las derivaciones portosistémicas no se comprende por completo, pero se sabe que ciertas razas tienen más riesgo de sufrir derivaciones portosistémicas, incluidos Yorkshire Terriers, m alteses, poodles, Irish Setters, Dachshunds, Australian Cattle Dogs, Miniatura Schnauzer y Labrador Retrievers.

Hay dos tipos de derivaciones portosistémicas congénitas: intrahepáticas (dentro del hígado) y extrahepáticas (fuera del hígado). Las derivaciones extrahepáticas únicas casi siempre son congénitas y, a menudo, afectan a los perros de razas más pequeñas (por ejemplo, Yorkshire Terriers). Las derivaciones intrahepáticas únicas tienden a afectar a los perros de razas más grandes.

Las derivaciones portosistémicas adquiridas suelen ser el resultado de enfermedades hepáticas como la hipertensión hepática o la cirrosis. Con estas condiciones, el hígado intenta compensar el problema, lo que da como resultado que múltiples vasos formen la derivación para retrasar o prevenir la insuficiencia hepática. Las derivaciones portosistémicas adquiridas pueden ocurrir en cualquier animal o raza.

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¿Cómo cuido a un perro con una derivación portosistémica?

El cuidado y el tratamiento de un perro con una derivación portosistémica varían según la gravedad de la afección y el estado general de salud del perro. El tratamiento estándar para una derivación portosistémica congénita es la ligadura quirúrgica del vaso anormal que causa la derivación. La medicina por sí sola no puede resolver este mal funcionamiento. Debido a que el hígado requiere sustancias del flujo sanguíneo de la vena porta para funcionar correctamente, es necesaria la corrección quirúrgica; de lo contrario, la supervivencia a largo plazo es poco probable.

Antes de una corrección quirúrgica, se inicia un tratamiento médico para estabilizar al perro y minimizar los signos neurológicos (p. ej., comportamiento anormal y convulsiones) causados por la derivación. El objetivo del tratamiento médico es minimizar la producción y absorción de productos de desecho como el amoníaco. En casos severos, algunos perros requieren apoyo adicional para la estabilización antes de la cirugía (por ejemplo, terapia de fluidos intravenosos, medicamentos para las convulsiones, etc.).

En algunos casos, el tratamiento médico de una derivación portosistémica también es una opción cuando el perro tiene problemas de salud concurrentes que pueden complicar el procedimiento quirúrgico y la recuperación, o cuando es poco probable que la cirugía por sí sola corrija el problema por completo.

El manejo médico incluye cambios en la dieta para reducir las cantidades excesivas de proteínas, lactulosa (disminuye la absorción de amoníaco) y, a veces, antibióticos para reducir el crecimiento excesivo de bacterias intestinales.

Preguntas frecuentes (FAQ)

¿Cómo se diagnostica una derivación portosistémica?

Si su perro muestra signos de una derivación portosistémica, es importante buscar atención veterinaria para una evaluación y tratamiento adecuados. Según los signos y el historial de su perro, es probable que su veterinario recomiende las siguientes pruebas para diagnosticar el problema:

  • Recuento completo de células sanguíneas y química sérica: estas pruebas pueden mostrar resultados anormales como anemia, nitrógeno ureico en sangre bajo (BUN), albúmina baja y enzimas hepáticas elevadas (ALP, ALT).
  • Urinalysis: La orina de perros con derivaciones portosistémicas a veces está diluida, muestra signos de infección y puede contener pequeños cristales llamados cristales de biurato de amonio.
  • Prueba de ácidos biliares: Esta es una prueba de función hepática. A menudo, un perro con una derivación portosistémica tendrá un aumento de los ácidos biliares. El aumento de los ácidos biliares no es específico de una derivación portosistémica, pero puede ocurrir en casos de cualquier enfermedad hepática.
  • La prueba de tolerancia al amoníaco, la ecografía abdominal, la tomografía computarizada (TC), la gammagrafía nuclear, la portografía, la resonancia magnética nuclear (RMN) y la cirugía exploratoria son pruebas diagnósticas adicionales que se puede realizar para diagnosticar una derivación portosistémica.
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¿Cuál es el pronóstico de un perro con una derivación portosistémica?

La gravedad de las derivaciones portosistémicas puede variar mucho, y algunos casos pueden ser graves y potencialmente mortales. Después del cambio de dieta y la medicación, la mayoría de los perros con derivaciones portosistémicas comienzan a mejorar de inmediato. Sin embargo, los medicamentos y los cambios en la dieta por sí solos no repararán por completo una derivación portosistémica congénita, por lo que en estos casos, a menos que se realice una cirugía, no se espera una supervivencia a largo plazo.

Los perros con un solo shunt extrahepático tienen un excelente pronóstico con la cirugía. Los perros con derivaciones intrahepáticas (derivaciones dentro del propio hígado) tienen más riesgo de complicaciones después de la cirugía.

Conclusión

Según el origen de la derivación, la edad del perro y el estado de salud general, el tratamiento quirúrgico o médico puede controlar esta afección. Debido a que algunos casos de derivaciones portosistémicas pueden ser graves y potencialmente mortales, si su perro muestra signos de una derivación, es importante que un veterinario evalúe a su perro para obtener un diagnóstico adecuado y recomendaciones de tratamiento.

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