Los brotes de soja son una excelente y crujiente cobertura para sándwiches o ramen, pero ¿puedes compartir esta verdura saludable con la mascota y ponerte ojos de cachorrito mientras masticas tu comida?
Sí, los brotes de soja generalmente son seguros para que los perros los coman. Contienen varios nutrientes que pueden beneficiar a su perro, pero hay algunas cosas que debe considerar antes de ofrecérselos a su mascota. Siga leyendo para obtener más información.
¿Qué son los brotes de soja?
Los dos tipos más comunes de brotes son los brotes de frijol mungo y la alfalfa.
Los brotes de soja son una verdura que se cultiva a partir de la germinación de judías. Los brotes de frijol mungo tienen cabezas redondas y amarillas y a menudo se encuentran en platos asiáticos o del sudeste asiático, como ramen o s alteados.
Los brotes de alfalfa no provienen de los frijoles, pero debido a que son un tipo de brote y a menudo se confunden con los brotes de frijoles, también los veremos brevemente hoy. Son plantas leguminosas reliquia en flor con hilos tenues que se usan comúnmente como aderezos para ensaladas y sándwiches.
¿Pueden los perros comer brotes de soja?
Sí, tu perro puede comer brotes de soja. Contienen muchos nutrientes que pueden beneficiar a tu cachorro.
Según WebMD, la información nutricional de los brotes de soja es la siguiente:
Calorías | 16 calorías |
Gordo | 0 gramos |
Carbohidratos | 3 gramos |
Fibra dietética | 1 gramo |
Proteína | 2 gramos |
Azúcar | 2 gramos |
Los germinados contienen vitaminas y minerales como vitamina C, calcio, manganeso y hierro.
La vitamina C es un importante antioxidante para perros y humanos por igual. Puede ayudar a reducir la inflamación y los signos del envejecimiento cognitivo. Si bien los perros pueden satisfacer sus necesidades nutricionales de vitamina C a través del metabolismo de la glucosa en su dieta, algunas investigaciones sugieren que las propiedades antioxidantes de los suplementos pueden ayudar a controlar ciertas afecciones médicas, como el cáncer, la demencia y las enfermedades cardíacas.
El calcio es un componente importante de la dieta de un perro, ya que está involucrado en la coagulación de la sangre y la transmisión del impulso nervioso. La mayoría de las dietas comerciales para perros proporcionan cantidades adecuadas de calcio, pero algunas dietas caseras pueden ser deficientes en este nutriente.
El manganeso es un oligoelemento que tu perro necesita en pequeñas cantidades. Es necesario para producir energía, metabolizar proteínas y carbohidratos y producir ácidos grasos. Incluso desempeña un papel en la salud y el mantenimiento de los huesos y el cartílago articular de su perro.
El hierro es una parte esencial de una dieta balanceada para la producción de glóbulos rojos. La ingesta inadecuada de hierro en la dieta no es común en perros alimentados con una dieta comercial de alimentos para mascotas, pero puede ocurrir en mascotas alimentadas con una dieta casera.
Los brotes de frijol mungo también son una excelente fuente de proteínas de origen vegetal. Tienen un alto contenido de aminoácidos como la leucina y la lisina, que su perro necesita para desarrollar y mantener los músculos, los huesos, los órganos y la piel.
Además, tanto los brotes de frijol mungo como los de alfalfa contienen isoflavonas. Las isoflavonas tienen propiedades antioxidantes que pueden disminuir el daño tisular en el metabolismo celular normal. Algunas investigaciones incluso sugieren que los perros alimentados con una dieta rica en isoflavonas pueden experimentar una reducción de la grasa corporal.
Si bien los brotes de soja son una fuente decente de las vitaminas y minerales mencionados anteriormente, no deben ser el componente principal de la dieta de su perro. No debe confiar en los brotes de soja para proporcionar a su perro los nutrientes que necesita.
¿Todos los brotes son seguros?
Hay información contradictoria en Internet con respecto a los brotes y los perros. La mayoría de las fuentes dan luz verde, pero hay algunas cosas que debe saber antes de dárselo a su cachorro.
Los brotes de alfalfa contienen cumarina y vitamina K, por lo que es un anticoagulante eficaz. Los dueños de perros deben tener cuidado si se los ofrecen a sus mascotas con anemia. Además, su contenido en saponinas puede convertir la alfalfa fresca en una pesadilla gastrointestinal para los perros, produciendo náuseas y gastritis.
Los brotes de alfalfa también contienen fitoestrógenos, que pueden ser problemáticos en perros con problemas del sistema endocrino.
Ambos germinados tienen un alto contenido de fibra, lo que puede provocar un exceso de gases en algunos perros.
¿Cómo puedo servir los brotes de soja?
Si a tu perro le han gustado los brotes de soja, puedes servirlos de varias formas.
Pícalos y añádelos como ingrediente en las comidas caseras de tu perro o utilízalos como adorno en sus croquetas.
Es mejor servir los brotes cocidos, ya que contienen saponinas, que pueden causar problemas con la forma en que el cuerpo de su perro absorbe los nutrientes. Además, los brotes generalmente se cultivan en un ambiente húmedo que puede ser un caldo de cultivo perfecto para las bacterias. También se ha descubierto que los brotes de soja están contaminados con parásitos. Cocinarlos minimizará las posibilidades de que tu cachorro encuentre tales desagradables.
Cocinar brotes es fácil y rápido. Cocer al vapor o hervir es la mejor manera, ya que s altear o freír requiere aceite que es graso.
Los perros pueden comer brotes crudos, pero tenga cuidado al servirlos de esta manera. Los brotes más frescos producirán un chasquido claro cuando se rompan. Compostar cualquier brote viscoso o descolorido. Recuerda que se echan a perder rápidamente, por lo que guardarlos en el frigorífico ayudará a alargar su vida útil.
Al igual que con cualquier alimento humano, no agregue condimentos a los brotes destinados a su perro.
Reflexiones finales
Si bien los brotes de soja no deben constituir una gran parte de la dieta de su perro, está bien ofrecerle a su familiar canino amante de los brotes un poco de vez en cuando. La moderación es clave aquí, ya que demasiados pueden causar gases o malestar digestivo debido a su alto contenido de fibra.