En promedio, un gato orina de dos a tres veces al día, pero esta frecuencia tiende a aumentar cuando hay un problema. Por lo general, beben alrededor de 50 ml por kg de peso corporal por día. Aunque varía de un día a otro, si ves que tu gato va a la caja de arena más de tres veces al día y bebe más de lo habitual, debería alertarte de que algo anda mal. Examinemos las posibles causas de este comportamiento inusual.
Terminología
Un gato que orina grandes volúmenes con frecuencia puede sufrir poliuria, que no debe confundirse con la polaquiuria, que consiste en orinar con frecuencia en volúmenes muy pequeños. Por lo tanto, tenga en cuenta que la poliuria se manifiesta por la micción frecuente de grandes volúmenes y que este síntoma puede ser causado por diferentes enfermedades, que deben investigarse ante los primeros signos. La poliuria puede provocar polidipsia, que es beber más de lo habitual. Para los gatos, esto sería beber 100 ml por kg en 24 horas, pero cualquier aumento de la sed debe consultarse con su veterinario.
Las 4 razones por las que tu gato bebe y orina tanto
1. Enfermedad renal crónica
Si notas que tu gato orina con demasiada frecuencia y bebe en exceso, es posible que tenga una enfermedad renal crónica. Esta enfermedad, más común en gatos mayores, resulta del daño a los riñones y puede ir acompañada de vómitos, fatiga, reducción del apetito y pérdida de peso.
2. Diabetes Mellitus
Si su gato parece tener hambre constantemente, bebe en exceso y orina con demasiada frecuencia, es posible que tenga diabetes mellitus. Esta enfermedad también es bastante similar a la diabetes humana. A menudo, los gatos afectados son de mediana edad, machos y con sobrepeso.
3. Hipertiroidismo
Un gato que orina con frecuencia también puede tener una glándula tiroides hiperactiva: hipertiroidismo. Este problema de la glándula tiroides es una condición común que afecta a los gatos de mayor edad y generalmente es causado por un tumor benigno en el cuello. El hipertiroidismo puede afectar a todos los demás órganos, por lo que tu gato puede tener problemas de salud secundarios que necesitan tratamiento. Los síntomas pueden incluir que el gato pierda peso, tenga problemas digestivos pero tenga mucho apetito y puede estar más inquieto de lo habitual.
4. Enfermedad hepática
El hígado es un órgano involucrado en una amplia gama de funciones vitales, como la producción de proteínas y hormonas, la desintoxicación y el apoyo a la digestión. Hay muchos procesos patológicos que pueden afectar al hígado, pero generalmente los signos incluyen poliuria, polidipsia, cambios en el apetito y, a veces, coloración amarillenta de las encías: ictericia.
Qué hacer con estos síntomas
Si ha leído algo más arriba que suena como lo que puede estar sufriendo su gato, haga una cita sin demora con su veterinario.
El veterinario de tu mascota comenzará por realizarle un examen específico, te pedirá que detalle los síntomas y posiblemente decida realizar análisis de sangre, orina y otras investigaciones más profundas.
Cambios en la dieta
¿Tu gato es joven y goza de perfecta salud? Entonces, si orina mucho, también puede deberse a un cambio reciente en la dieta. Las croquetas más saladas y secas pueden, por ejemplo, hacer que beba mucha agua o que cambie de galletas a comida enlatada. Si bebe más agua, naturalmente orinará con más frecuencia.
Infecciones del tracto urinario (ITU)
Al igual que los humanos, los gatos pueden sufrir infecciones del tracto urinario, aunque las infecciones urinarias bacterianas no son comunes en los gatos. Con más frecuencia, se trata de una enfermedad del tracto urinario inferior felino, que es principalmente una afección inflamatoria que a menudo se asocia con el estrés. Tu gato puede tener dolor al orinar, sangre en la orina y lamerse excesivamente la zona genital. En cualquier caso, el veterinario podrá diagnosticar el problema y discutir los tratamientos.
Piedras en la vejiga
La vejiga o los cálculos urinarios pueden causar irritación e incluso obstruir la vejiga de tu gato. Esto puede hacer que tu gato se esfuerce pero no pueda orinar y es unaemergencia médica (es por eso que estamos hablando de esto en este artículo, incluso si el tema es orinar con bastante frecuencia).
Los cálculos urinarios son como pequeños guijarros que se forman en la orina a partir de cristales. Estos cálculos urinarios pueden obstruir la uretra, causando dolor y dificultad para que el gato orine.
Si detecta los siguientes síntomas, lo mejor es consultar a su veterinario muy rápidamente:
- Tu gato se esfuerza por orinar pero no sale nada
- Tu gato deja de comer y se vuelve perezoso, apático y llora de dolor.
- Puedes ver sangre en la orina de tu gato.
A medida que se bloquea el flujo de orina, pero el sistema urinario de su gato continúa produciéndolo, la vejiga se sobrellenará, lo que provocará una contrapresión en los riñones. Su veterinario podrá confirmar la presencia de cálculos en la vejiga con ultrasonido o radiografías. Una vejiga obstruida es más común en los gatos machos castrados y no siempre se debe a un cálculo en la vejiga, pero sigue siendo una emergencia médica.
El papel de la nutrición en la salud urinaria
En algunos casos, su veterinario puede recomendarle una dieta especial para mejorar la salud de su gatito. Ciertas dietas especializadas pueden ayudar a retrasar la progresión de la enfermedad renal y detener los problemas de micción excesiva. Otros alimentos pueden ayudar a reducir o eliminar la necesidad de medicamentos para el hipertiroidismo e incluso evitar que los bloqueos urinarios se repitan en el futuro al reducir la formación de cristales.
Conclusión
Como padre de un gato, es su responsabilidad monitorear las idas y venidas de su felino a su caja de arena. Si nota una micción anormal combinada con un aumento de la sed, el primer paso es visitar a su veterinario. De hecho, el motivo de la micción frecuente de grandes volúmenes rara vez se relaciona con un problema de conducta, sino más bien con un problema médico.