Para unos pocos afortunados, un gato residente toma a un nuevo gato como un sueño, pero, a menudo, el proceso de introducción se prolonga mucho más debido a choques de personalidad o comportamientos territoriales. Las causas comunes de agresión hacia otros gatos incluyen la f alta de experiencia con otros gatos, la ansiedad, la introducción inmediata de un nuevo gato en lugar de hacerlo gradualmente, y la protección de recursos como la comida o el espacio.
La buena noticia es que hay formas en las que puedes presentarle un nuevo gato a tu gato residente gruñón o agresivo que debería facilitarles suavemente la coexistencia (al menos algo) armoniosa. Siga leyendo para obtener algunos consejos.
Los 7 consejos para presentar dos gatos cuando uno es agresivo
1. Dale al nuevo gato su propio espacio
Cuando traiga a su nuevo gato a casa por primera vez, manténgalo separado de su gato residente configurando una habitación solo para el nuevo gato (no la habitación favorita de su gato residente). En él, coloca todo lo que necesitarán, como una caja de arena, comida, agua, juguetes y una cama, y deja que esa habitación sea el lugar donde se acostumbren a su nuevo entorno.
Mientras tanto, deja que el gato residente deambule por el resto de la casa y se acostumbre al olor y a la presencia general del nuevo gato sin dejar que se encuentren físicamente. Al mismo tiempo, esto permite que el nuevo gato se acostumbre al olor del gato residente sin sentirse intimidado.
2. Intercambiar olores entre los gatos
Lo siguiente que querrás hacer es comenzar a intercambiar olores entre los dos gatos. Por ejemplo, puede comenzar dejando que los gatos se huelan la ropa de cama, como una manta o una toalla. Anime a los gatos a oler el objeto, pero no los obligue si muestran signos de estrés.
Si un gato no acepta bien el olor de la ropa de cama del otro gato, intente acercarlo un poco más al plato de comida del otro gato todos los días para ayudarlo a asociar el olor con una actividad que disfruta: comer.
3. Intercambiar tazones de comida
Intercambiar tazones de comida es una excelente manera de ayudar a construir esa asociación positiva entre el otro gato y el placer de comer. Sin embargo, esto solo funcionará si ambos gatos están en la misma dieta; cambiar los tipos de alimentos de repente puede causar malestar estomacal.
4. Deja que los gatos se conozcan a través de una pantalla
Cuando ambos gatos están acostumbrados al olor del otro y no reaccionan mal a él, puedes dejar que se encuentren por primera vez, pero es mejor hacerlo a través de una puerta mosquitera o una puerta para bebés.
Interactúe con cada gato de cualquier lado (es posible que desee reclutar a un amigo o familiar para que esté de un lado) con juguetes y golosinas para que los primeros encuentros se sientan divertidos y no amenazantes para cada gato. También puede colocar los tazones de comida de los gatos a ambos lados de la puerta o de la pantalla o darles golosinas cuando los gatos estén cerca para crear asociaciones más positivas.
Si estos encuentros entre la puerta de bebé y la puerta mosquitera no salen bien, vuelve a los primeros pasos y vuelve a intentarlo cuando los gatos se sientan más cómodos con el olor del otro gato. Este proceso puede llevar un tiempo, especialmente con gatos que tienden a volverse agresivos.
5. Deja que los gatos se encuentren cara a cara
Cuando tus dos gatos interactúan positivamente entre sí a través del portón o la puerta (las señales de esto incluyen tocarse la nariz, frotar sus cuerpos contra la barrera o incluso ignorarse), puedes dejar que se encuentren cara a cara -cara.
Esté disponible para supervisar y, si detecta algún signo de agresión, haga un ruido como aplausos para detenerlo. Si uno o ambos gatos muestran agresividad en el primer encuentro cara a cara, sepáralos e inténtalo de nuevo al día siguiente.
Nunca fuerces las interacciones: si los dos gatos no se acercan, está completamente bien. Es mejor que se ignoren que peleen y, con tiempo y paciencia, los dos pueden volverse más amistosos y disfrutar de la compañía del otro.
Trate de jugar con los gatos junto con juguetes divertidos como varitas mágicas y artículos que puedan perseguir y buscar para distraerlos de cualquier impulso agresivo.
6. Limítese a las reuniones cortas al principio
Conocer a un nuevo compañero de casa puede ser una experiencia abrumadora para un gato. Intente presentarlos cara a cara en ráfagas cortas, como 5 minutos a la vez, antes de dejar que se retiren a su propio espacio. Recompensa a cada gato con un sabroso manjar para terminar las sesiones por todo lo alto.
7. Asegúrate de que ambos gatos tengan sus propias cosas
Recuerda que tu gato residente está acostumbrado a tener todo para él solo, como cajas de arena y tazones de comida, por lo que esperar que comparta estas cosas no es una buena idea y podría hacer que se sienta amenazado y se vuelva territorial. Asegúrese de que cada gato tenga sus propios comederos, bebederos, camas, escondites y cajas de arena para evitar que esto se convierta en un problema.
¿Cuándo se agradarán mis dos gatos?
No hay una respuesta directa a esta pregunta porque cada gato es diferente. Cuando se presentan correctamente, algunos gatos pueden convertirse en mejores amigos en unos pocos días, mientras que, para otros, puede llevar varias semanas o incluso meses. Es bastante normal que un gato residente se sienta un poco molesto por la presencia de un nuevo gato en su territorio, así que no te preocupes si tarda un poco.
Si los gatos pueden estar en la misma habitación sin pelear, incluso si se ignoran por completo, ¡es un gran logro! Algunos gatos nunca se volverán muy amistosos entre sí, pero aun así pueden coexistir de manera relativamente armoniosa y, de nuevo, esto está bien.
Por otro lado, si sus gatos están peleando constantemente o si uno o ambos tienen problemas de agresión que no parecen disminuir, considere discutir esto con un especialista en comportamiento de gatos o con su veterinario.
Conclusión
Puede ser desalentador cuando realmente quieres que tus gatos sean amigos, pero no comienzan a llevarse bien tan rápido como te gustaría. Sin embargo, no podemos apresurar estas cosas. Siempre que vayas despacio al ritmo del gato más estresado o agresivo y no fuerces nada, con el tiempo tus gatos deberían poder convivir en paz.
Si la agresión es un problema constante que no parece disminuir con el tiempo, es posible que haya algo más profundo, como un problema médico o de comportamiento que requiera la atención de un veterinario o un conductista profesional.