Decidir criar a tu perro es una tarea seria, sin importar si tienes una mascota macho o hembra. Por supuesto, los riesgos son mayores para estos últimos, con la posibilidad de problemas durante el parto. Le recomendamos encarecidamente que examine a su cachorro antes de hacer planes. Es posible que ya existan algunas condiciones que pueden afectar su decisión.
Algunas razas son más propensas a algunos problemas que a otros. La edad es otro factor de riesgo. Las mejores maneras de prevenir problemas reproductivos son la atención veterinaria regular y una dieta saludable adecuada para la etapa de vida y el tamaño de su mascota. Sugerimos poner estas cosas en su lugar varios meses antes de criar a su perro.
Seríamos negligentes si no refutáramos el concepto erróneo común de que todas las hembras deberían tener una camada. No es necesario para la salud de tu mascota. Del mismo modo, tampoco es un hecho esterilizar o castrar a su mascota. Algunas razas, como los Golden Retrievers, son más propensas a desarrollar problemas en las articulaciones si su sexo se altera cuando son demasiado jóvenes.1 Sin embargo, trabajar con un veterinario es imprescindible para obtener un buen resultado.
Problemas reproductivos femeninos
El embarazo es riesgoso para las hembras, incluso en las mascotas más sanas. Hay varias causas posibles de problemas potenciales, desde la genética hasta las infecciones bacterianas y las complicaciones después del nacimiento. Algunos son detectables antes de reproducirse. Otros ocurren sin previo aviso. Conocer los antecedentes de su mascota puede ayudar a identificar algunos problemas. Recomendamos encarecidamente un examen de salud previo a la reproducción.
1. Embarazo Falso
Un embarazo falso imita todos los signos que esperaría en un embarazo real. Tu perra se verá y actuará como si estuviera embarazada. Las glándulas mamarias se agrandarán y algunos perros incluso producirán leche. Algunas mascotas lo llevan al extremo al jugar a la madre con sus juguetes. Confirmar si es un embarazo verdadero o falso es fácil con una radiografía. El tratamiento suele ser sintomático y puede incluir tranquilizantes para aliviar la ansiedad y diuréticos para reducir la producción de leche y aliviar la retención de líquidos. Algunos casos requerirán tratamiento hormonal.
2. Calor silencioso
Este término describe a una hembra que no muestra signos externos de estar en celo o estro. No hay ningún sangrado o hinchazón vulvar que normalmente se ve durante el ciclo típico de 14 días. Si un perro macho muestra un interés particular en montar a una hembra y la hembra es receptiva incluso si no muestra ningún signo de celo, es probable que se trate de un celo silencioso.¡Si se aparean, tu perra quedará embarazada! Un veterinario puede investigar si una hembra está en celo midiendo la progesterona en el suero sanguíneo y recolectando un hisopo vaginal para citología.
3. Quistes de ovario
Un signo revelador de esta condición es un celo prolongado que supera la marca de 21 días. Los quistes se desarrollan como sacos llenos de líquido o semilíquido en los ovarios de la mujer. La ovulación es poco probable. Sin embargo, si tiene la intención de criar a la perra, el embarazo aún es posible mediante la inducción mediante tratamientos hormonales. Desafortunadamente, el tratamiento típico es esterilizar a la perra.
4. Anestro primario persistente
Esta condición ocurre si una mascota no ha tenido su primer estro en 2 años. Causa una variedad de signos que incluyen desequilibrios hormonales, desnutrición y actividad física extraña. Su veterinario realizará análisis de sangre y análisis hormonales para determinar la causa. Es posible que ordenen una ecografía para buscar razones físicas. Estas pruebas marcarán el curso del tratamiento.
5. Aborto
Algunas mascotas pueden concebir pero no llevan la camada a término. Las causas comunes son la diabetes, los desequilibrios hormonales o las infecciones, como la brucelosis. El trabajo de laboratorio proporcionará la información necesaria para un diagnóstico y tratamiento.
6. Vaginitis
Este término describe una infección bacteriana en la vagina del perro. Desencadena una respuesta inmunitaria con los signos típicos de secreción, enrojecimiento e hinchazón. Una hembra evitará la cópula si es dolorosa. Su veterinario comenzará el tratamiento con antibióticos determinando primero el tipo de bacteria mediante análisis de laboratorio y un examen físico.
Vale la pena señalar que otras cosas pueden causar esta afección, como traumatismos, infecciones virales o incluso tumores. A menudo ocurre en cachorros antes de su primer estro. A menudo se resuelve solo en estas mascotas. Otros casos requerirán tratamiento según su causa principal.
7. Parto Difícil
La La distocia, o parto difícil, es uno de los factores de riesgo del embarazo que puede perjudicar tanto a la madre como a sus cachorros. Los factores físicos pueden causarlo. Esa es una de las razones por las que desaconsejamos criar perros más grandes con hembras más pequeñas. El mero tamaño de la cabeza de un cachorro podría causar un parto prolongado. Algunas razas también son propensas a esta condición, como los Boxers.
La hembra mostrará signos evidentes de angustia, con lametones excesivos, secreción y dolor. La intervención veterinaria es imprescindible. Pueden optar por un enfoque conservador con medicación antes de recurrir a la cirugía invasiva.
8. Placenta retenida
Esta condición ocurre cuando la madre no expulsa toda la placenta después del parto. Representa un factor de riesgo significativo para las infecciones bacterianas que, en última instancia, también pueden afectar la supervivencia de los cachorros. El tratamiento consiste en la administración de fármacos para inducir la eliminación de los restos de tejido y antibióticos, si es necesario. Su veterinario también puede recomendar la esterilización.
9. Prolapso uterino
El signo obvio del prolapso uterino es una masa notable que sobresale de la vagina de tu mascota después de dar a luz. Los veterinarios los califican según la cantidad visible. La principal preocupación es si bloquea la uretra de su perro y afecta su capacidad para orinar. Se considera una emergencia médica en estos casos.
Tu veterinario tratará los casos leves con hormonas para que puedan resolverse solos. Las situaciones más graves requieren cirugía y atención de seguimiento. Es posible que también tengas que esterilizar a tu perro para evitar más problemas.
10. Metritis
La metritis es una condición bacteriana del útero causada por factores de riesgo de un parto difícil, como la retención de placenta. Si no se trata, presentará signos de infección, como fiebre y letargo. También pone en riesgo a los cachorros si la hembra es demasiado dolorosa para cuidar a sus crías.
El tratamiento puede incluir cultivo bacteriano, tratamientos con antibióticos y atención de apoyo para la mujer. Su veterinario también tratará cualquier otra causa subyacente.
11. Mastitis
La mastitis o inflamación de las glándulas mamarias ocurre después del nacimiento. Describe una infección bacteriana causada por el daño físico de los pezones por parte de los cachorros o viviendas sucias. Los signos son típicos de lo que vería en condiciones similares. Incluyen enrojecimiento, hinchazón y calor. Puede volverse grave si no se trata.
El tratamiento generalmente incluye antibióticos y atención de apoyo con compresas tibias. Su veterinario también puede recomendarle que alimente a los cachorros para que su mascota tenga la oportunidad de curarse.
12. Infertilidad
Debes sospechar infertilidad si tu perra no ha podido concebir después de varios intentos de apareamiento. Varias cosas pueden causarlo, desde la genética hasta las infecciones y los ciclos irregulares. Su veterinario comenzará con un examen físico y análisis de sangre para determinar la causa y el tratamiento.
Problemas reproductivos masculinos
Los perros machos también corren el riesgo de tener algunos problemas reproductivos, incluso si no los cría. A diferencia de los problemas femeninos, muchos no tienen nada que ver con el apareamiento. Algunas son condiciones a corto plazo causadas por patógenos u organismos que causan enfermedades. Otros son genéticos y requieren tratamientos diferentes.
1. Criptorquidia
Criptorquidia describe una condición en la que uno o ambos testículos no descienden de la cavidad abdominal al escroto. Normalmente ocurre cuando el perro ha alcanzado la madurez sexual. Si bien una mascota aún puede aparearse con una hembra con uno, los criadores generalmente no reproducirán a estos animales ya que es un trastorno genético.
Si ambos no descendieron, el macho es estéril. Las razas de juguete y miniatura más pequeñas son las más propensas a esta condición. También existe un mayor riesgo de cáncer testicular en estos animales.
2. Fimosis
El signo clásico de la fimosis es que el pene del perro no sale del prepucio. Si bien el cachorro puede mostrar un comportamiento de apareamiento normal, no puede aparearse con la hembra. Varias cosas pueden hacer que ocurra, desde infecciones bacterianas hasta lesiones genéticas. A veces, la fimosis causada por una abertura estrecha en la vaina puede interferir con la micción y provocar infecciones u obstrucciones. En este caso, su perro requerirá cirugía para ensanchar la apertura de la vaina.
3. Balanopostitis
La Balanopostitis es una infección que afecta tanto al prepucio como al pene. Los signos incluyen vinculación excesiva, secreción del pene e inflamación. Varias cosas pueden causarlo, como fimosis, lesiones y alergias. El tratamiento es principalmente de apoyo con arreglo regular del área y antibióticos si es necesario.
4. Orquitis
Orquitis es un término general que describe la inflamación de los testículos. Las infecciones bacterianas y las lesiones son causas comunes. El tratamiento generalmente incluye sedación debido al dolor resultante. Abordará la causa subyacente, usando antibióticos si es necesario. A veces, se vuelve crónico, dejando a una mascota infértil. Desafortunadamente, el pronóstico es malo en estos casos, la castración es el tratamiento de elección.
5. Parafimosis
La parafimosis es lo opuesto a la fimosis, donde el pene no puede regresar al prepucio después del apareamiento. A diferencia de este último, esta condición es una emergencia médica que requiere tratamiento inmediato. Si la condición se prolonga, el pene se hinchará y la mucosa estará seca y dolorosa. La cirugía puede ser necesaria en casos graves.
Reflexiones finales
Es esencial considerar los riesgos antes de criar a tu perro. Después de todo, existen algunos problemas reproductivos con mascotas tanto hembras como machos, como has visto. Desafortunadamente, muchos pasan desapercibidos hasta que tomas esa decisión. Curiosamente, la esterilización o castración suele ser parte de los planes de tratamiento para varias de estas afecciones.
El mensaje para llevar es que la atención veterinaria regular es fundamental para la salud de tu mejor amigo, sin importar si eliges criarlo o no. Es lo mejor que puede hacer para garantizar una buena calidad de vida para su mascota.