El ladrido es la forma que tiene el perro de comunicarse y expresar emociones. Aunque un ladrido descontrolado, agudo y persistente puede molestar a los humanos, es normal en los perros. Si está criando a un ladrador incesante, es probable que tenga muchas preguntas sobre este comportamiento.
¿Los perros se cansan de ladrar? ¿Ladrar en exceso duele?Dependiendo de la causa de los ladridos, algunas personas pueden continuar durante períodos prolongados
Sigue leyendo mientras nos sumergimos en los detalles de los ladridos. También compartiremos algunos consejos prácticos para ayudarlo a abordar este comportamiento.
¿Los perros se cansan de ladrar?
Los perros ladran para expresar emociones de felicidad, miedo, ansiedad, ira, hambre, emoción, aburrimiento, soledad, etc. Este comportamiento puede volverte loco e incluso volverte impopular entre tus vecinos.
Afortunadamente, ladrar sin parar finalmente causa agotamiento y agotamiento físico. Su perro eventualmente comenzará a jadear y se calmará. Esto puede llevar un tiempo y, desafortunadamente, el descanso puede ser temporal, especialmente si a tu amigo peludo le gusta ladrar como un comportamiento gratificante.
Si los ladridos de tu perro están relacionados con el estrés, es probable que se calmen debido al agotamiento mental. Los ladridos relacionados con el estrés pueden provocar angustia mental intensa, ansiedad y frustración. Si no se aborda el factor estresante durante demasiado tiempo, puede exacerbar el problema de los ladridos o desencadenar otros problemas de comportamiento.
¿Los ladridos excesivos duelen?
Los ladridos excesivos hacen más que causar agotamiento físico. También puede provocar laringitis, un problema caracterizado por el uso excesivo y la inflamación de la laringe (caja de la voz). Los ladridos prolongados también pueden dañar las cuerdas vocales, lo que hace que tu amigo peludo ladre con voz ronca.
Los síntomas de la laringitis canina varían según la gravedad de la inflamación. Los signos más comunes incluyen jadeo excesivo y dificultad para respirar, sonido áspero al respirar, tos, mal aliento, fiebre, letargo y pérdida de apetito.
Si nota alguno de estos signos en su perro, es vital que consulte a un veterinario de inmediato. Aunque los casos leves de laringitis se pueden tratar en solo unos días, el problema puede tardar semanas o meses en sanar si no se aborda la causa subyacente.
Sería útil si abordara los factores estresantes internos o externos que desencadenan el ladrido excesivo para garantizar la salud y la felicidad de su perro.
¿Por qué algunos perros tardan más en cansarse de ladrar?
Todos los perros son individuos, y algunos son naturalmente más vocales que otros. Aunque todos se cansan de ladrar en algún momento, algunas razas pueden continuar todo el día y solo tomar pequeños descansos entre medio para tomar un refrigerio o una bebida.
Razas como fox terrier, golden retriever, beagle, dachshund y pastor alemán pueden ladrar mucho, a veces debido al trabajo para el que fueron criados. Por ejemplo, los Golden Retrievers fueron criados para cazar a largas distancias y recuperar animales de acantilados, masas de agua y arbustos. Tienen un ladrido retumbante y pueden ladrar durante mucho tiempo y con fuerza cuando le indican a su dueño después de una cacería exitosa.
¡Un Golden Retriever llamado Charlie tiene el récord mundial por tener el ladrido más fuerte con 113 decibelios! Eso es tan fuerte como una banda de rock.
El tiempo que tarda un perro en cansarse y dejar de ladrar depende en gran medida de su crianza y genética. Otros aspectos que pueden influir incluyen la edad, el tamaño y la salud general del perro.
¿Deberías ignorar los ladridos de tu perro hasta que se canse?
Ignorar los ladridos de su perro hasta que se canse y deje de hacerlo depende de la causa principal de los ladridos. Siempre es mejor asegurarse de que se satisfagan las necesidades básicas de su mascota y que no le adviertan sobre un peligro potencial.
Si tu compañero peludo necesita un descanso para ir al baño, es justo abordar esta necesidad. Sin embargo, ignóralos si están ladrando a las sombras y a los autos que ruedan por la calle. Todavía deberá abordar la causa de los ladridos, pero no cuando su perro esté en el punto álgido de ser vocal.
Tu perro se cansará y dejará de ladrar. Durante esos momentos de tranquilidad entre ladridos, ofréceles una recompensa. También debe eliminar la causa de los ladridos, insensibilizar a su perro a los desencadenantes u ofrecerle una distracción. Si no puede saber por qué su perro de repente se pone demasiado vocal, considere consultar a su veterinario acerca de la preocupación.
Los 5 consejos de expertos para que tu perro deje de ladrar
Ladrar es un comportamiento natural de los perros, pero los ladridos excesivos pueden ser problemáticos. Puede causar problemas físicos y psicológicos a tu amigo peludo y perturbar la paz en tu vecindario.
Aquí hay cinco consejos para ayudarlo a abordar el comportamiento.
1. Comprender la causa de los ladridos
Si tienes un perro demasiado vocal, puede ser tentador agarrar tus auriculares con cancelación de ruido e ignorar los gemidos. Desafortunadamente, esto solo puede proporcionar soluciones temporales, especialmente si no aborda la causa raíz de los ladridos.
Por ejemplo, ¿tu compañero peludo le ladra a todos los autos que pasan por tu calle? Considere cerrar las cortinas o encender su televisor para minimizar el ruido exterior. Además, mantenga a su mascota adentro o en espacios cerrados más pequeños, como una jaula, donde no tenga que concentrarse únicamente en el camino.
Entonces, ¿y si tu perro te está ladrando?
Ladridos de demanda significa que requieren tu atención o que se satisface una necesidad en particular. Antes de ignorar a su mascota, pregúntese si podría tener hambre, sed, malestar o si necesita ir al baño.
2. No recompense el comportamiento no deseado
Si encuentra molestos los ladridos de su perro, lo último que debe hacer es ofrecerle golosinas, elogios y caricias para detener el ruido. Tu amigo peludo lo percibirá como una recompensa y ladrará cuando necesite tu atención.
La mejor manera de hacerlo es primero asegurarse de que su perro no lo esté alertando sobre una amenaza real. Si nada parece extraño, ignore los ladridos y espere hasta que se detenga. Esto puede tomar un tiempo, especialmente cuando se trata de un perro fuerte, sano y joven.
Con un poco de paciencia, tu amigo peludo eventualmente se cansará de lloriquear. Una vez que esté tranquilo y calmado, ofrécele una golosina e invítalo a una sesión de juego. Esto enviará el mensaje de que ladrar no les otorgará ninguna recompensa.
Entonces, ¿qué pasa si tu perro empieza a ladrar de nuevo cuando te acercas a él? Date la vuelta y sal de la habitación si es necesario hasta que dejen de ladrar.
3. Aborde la causa de los ladridos
El ladrido excesivo es físicamente agotador para los perros. Una vez que un perro se cansa de ladrar, tomará un descanso y continuará si el factor estresante no se elimina o reduce mediante la desensibilización. Desafortunadamente, esto puede convertirse en un círculo vicioso, lo que hace que tu perro, que alguna vez fue tranquilo, sea más propenso a ladrar.
Cuando no se elimina un factor estresante, su perro solo se pondrá más nervioso. Esto hará que te resulte más difícil lograr que se calme. Incluso si dejan de ladrar debido a la fatiga mental o física, adoptarán otro patrón de comportamiento no deseado para ayudarlos a sobrellevar el estrés.
Los problemas de comportamiento secundarios comunes incluyen agresión, cavar y lamerse las patas. El mejor enfoque es eliminar un factor estresante, limitar el acceso de su perro a posibles desencadenantes o consultar a un especialista clínico en comportamiento animal para obtener una guía más personalizada.
4. Establece una buena rutina
Una de las formas más efectivas de abordar los ladridos excesivos es hacer que tu amigo peludo tenga una buena rutina. A los perros les encanta poder predecir cuándo van a ocurrir actividades vitales.
Por ejemplo, ¿tu amigo peludo ladra cuando quiere ir al baño? Adquirir el hábito de llevarlos afuera para ir al baño después de cada cuatro horas puede ayudar a solucionar el problema.
Además, asegúrese de que su rutina implique darle a su perro mucha estimulación mental y física. Los perros, independientemente de la raza, son conocidos por lloriquear cuando están aburridos. Lleve a su mascota a caminar y disfrute de un tiempo de juego activo para ayudar a liberar la energía reprimida.
Al salir de casa, proporciona juegos estimulantes como rompecabezas de comida para mantener la mente ocupada de tu amigo peludo.
5. No castigue el comportamiento no deseado
Los ladridos excesivos pueden poner a prueba tu paciencia al máximo. Dependiendo de cuánto tiempo haya estado tu perro haciéndolo y de lo fuerte que ladre, podrías sentirte tentado a gritar tú mismo.
Gritar solo empeorará la situación y hará que sea más difícil lograr que tu amigo peludo se calme. También puede inducir miedo, estrés y ansiedad, lo que aumenta las probabilidades de enfrentar más problemas de conducta.
La mejor manera de solucionar el problema es mantener la calma y utilizar el refuerzo positivo.
Recompense a su perro cuando deje de ladrar e ignore o redirija el comportamiento no deseado. Reforzar el comportamiento deseado reduce las probabilidades de que tu mascota ladre sin control cuando quiere algo.
Reflexiones finales
Ladrar es normal en los perros, y “algo de ladridos” no debe ser motivo de alarma. Sin embargo, los ladridos excesivos pueden ser frustrantes y, a menudo, un signo de estrés o incomodidad. Además, a algunas personas les encanta la melodía de sus ladridos. ¡Pueden pasarse toda la tarde lloriqueando incluso cuando saben que su comportamiento te vuelve loco!
Afortunadamente, los perros se cansan de ladrar.
Algunos se cansan en solo unos minutos, mientras que otros tienen los pulmones para mantenerse durante horas. De cualquier manera, recompensar a tu amigo peludo por esos momentos de tranquilidad entre ladridos puede ayudar a reforzar el comportamiento deseado. La recompensa también calmará a tu mascota el tiempo suficiente para que puedas descubrir lo que está tratando de comunicar.