17 Señales de que tu gato puede estar enfermo (Respuesta veterinaria)

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17 Señales de que tu gato puede estar enfermo (Respuesta veterinaria)
17 Señales de que tu gato puede estar enfermo (Respuesta veterinaria)
Anonim

A diferencia de los niños o los humanos, las mascotas no pueden hablar para decirnos cuando algo no está del todo bien. Además de eso, los gatos son “enmascaradores de enfermedades” profesionales. Como parte de su estrategia de supervivencia, los gatos han evolucionado para ocultar cualquier signo de enfermedad. Mostrar una enfermedad hace que un animal salvaje sea vulnerable a los depredadores y a los miembros de la misma especie que compiten por los recursos. Esta característica todavía está presente incluso en los gatos domésticos modernos.

Dado que no siempre es fácil saber cuándo su gato puede estar enfermo, aprender a reconocer los signos de la enfermedad es una parte crucial de tener gatos. Uno de los peores errores que puede cometer el dueño de un gato es esperar a que pasen los síntomas de la enfermedad porque, en el caso de los gatos enfermos, si lo notas hoy, mañana podría ser demasiado tarde.

Conoce a tu gato

Conocer la personalidad, los aspectos físicos, las rutinas y el comportamiento de tu gato puede ayudarte a detectar los primeros signos de que algo no va del todo bien. Ser observador y familiarizarse con el estado normal de su gato es el primer paso para reconocer las señales de que su gato podría estar enfermo. En la siguiente guía, revisaremos 17 signos, que van desde muy obvios hasta no tan obvios, y te daremos consejos sobre cómo mejorar tu nivel de conciencia de lo que es normal para tu gato.

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Las 17 señales de que tu gato puede estar enfermo

1. Gato que se niega a comer

Un gato que no acepta ningún alimento indica claramente que algo no anda bien. Aunque los ligeros cambios en el apetito pueden considerarse normales, un gato que se niega a comer necesita atención. Los gatos que no comen aprovecharán sus reservas de grasa para obtener energía y desarrollarán una condición peligrosa llamada lipidosis hepática, especialmente si tienen sobrepeso. Si tu gato no come, no lo dudes y llévalo al veterinario antes de que el caso se complique.

2. El gato cojea

Un gato que cojea es un claro indicio de dolor o malestar. La cojera puede ser causada por una herida menor, un objeto extraño, una fractura o artritis. Si su gato cojea, lo mejor es hacer una inspección visual para ver si puede reconocer alguna herida aparente u objeto extraño que pueda ser fácil de quitar. Pero si no hay nada muy obvio, lo correcto es llevar al gato al veterinario para que lo investigue más a fondo.

3. El gato está bebiendo más agua

En general, es difícil hacer que los gatos beban agua, ya que una buena parte de su hidratación debe provenir del contenido de humedad de sus presas. Se debe alentar a los gatos con una dieta de comida seca a beber agua e idealmente cambiarlos a una dieta húmeda. Sin embargo, si nota que su gato está bebiendo más de lo normal o bebiendo de fuentes inusuales, como una manguera o el inodoro, esto podría ser una señal de que algo anda mal.

Los trastornos endocrinos, como la diabetes y los problemas de tiroides, provocan un aumento de la sed. Los trastornos endocrinos son bastante comunes en los gatos mayores y, desafortunadamente, también vemos muchos gatos que desarrollan diabetes debido al contenido de carbohidratos más alto de lo normal en la mayoría de los alimentos secos para gatos. Si su gato de repente comenzó a beber más agua, llévelo al veterinario para que le haga un análisis de sangre para identificar el problema.

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4. Gato orinando con más frecuencia

Si un gato parece estar orinando con más frecuencia, podría ser una indicación de dolor al orinar. Los gatos que sufren infecciones del tracto urinario o cálculos experimentan dolor al orinar y suelen orinar en menor cantidad pero con más frecuencia.

La sangre en la orina o la ausencia total de orina es un claro indicio de que debes llevar a tu gato al veterinariourgentemente. Esto es especialmente importante en el caso de los gatos machos. Tienden a desarrollar obstrucciones ureterales, que pueden volverse fatales en tan solo 24 a 48 horas si no se tratan.

5. Gato que se niega a usar la caja de arena

Si un gato se niega a usar la caja de arena, esto también podría indicar dolor al orinar. Las infecciones del tracto urinario, los cálculos en la vejiga y la enfermedad renal son causas comunes de que un gato cambie sus hábitos de higiene.

6. Gato con diarrea

Las infecciones gastrointestinales, la sensibilidad a los alimentos, el estrés y la ansiedad y el síndrome del intestino irritable son solo algunas de las muchas causas posibles de diarrea en un gato. Si tu gato sufre diarrea, corre el riesgo de deshidratarse, por lo que lo mejor es encontrar pronto la causa y el tratamiento. Esperar a ver si mejora podría terminar aumentando los costos del veterinario, ya que un gato deshidratado corre el riesgo de sufrir daños en los órganos y lo más probable es que deba permanecer en la clínica para recibir una terapia de líquidos por vía intravenosa.

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7. Gato vomitando

La regurgitación de bolas de pelo se considera normal en los gatos, y algunos gatos vomitan esporádicamente después de comer. Sin embargo, un gato con vómitos frecuentes corre el riesgo de deshidratarse y necesita atención médica. Las infecciones, las enfermedades del hígado, los bloqueos intestinales e incluso el cáncer pueden ser la causa de que tu gato vomite con frecuencia. Esto debe investigarse para prevenir complicaciones y comenzar un tratamiento oportuno.

8. Gato con secreción nasal u ocular

Los gatos con infecciones respiratorias o infecciones oculares presentan secreciones mucosas anormales. Las infecciones de las vías respiratorias suelen ir acompañadas de otros signos, como estornudos, zumbidos o tos. Lo mejor es consultar a un veterinario para recibir asesoramiento y tratamiento antes de que las infecciones empeoren. Sigue las indicaciones del veterinario y recuerda que lo mejor es aislar a los gatos con infecciones contagiosas para evitar la transmisión a otras mascotas.

9. F alta de energía

Si tu gato normalmente activo y juguetón de repente se ve letárgico y desinteresado, esta es una clara señal de que no se siente bien y necesita un viaje al veterinario.

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10. Cambios en los hábitos de aseo personal

Normalmente, los gatos son criaturas limpias cuando se trata de sus hábitos de aseo. Los gatos que se sienten mal disminuirán drásticamente la frecuencia de su aseo o dejarán de hacerlo por completo. Si ha notado menos aseo de lo normal o el pelaje de su gato se ve grasiento, enmarañado, descuidado o con caspa, esto es una señal de que algo está pasando. Esto podría ser desde una infección de la piel hasta la artritis. Comienza a investigar las posibles causas y obtén el consejo profesional de un veterinario.

11. El gato está perdiendo mucho pelo

Si nota más pelo de lo normal en todas sus alfombras y muebles, debe asegurarse de que se deba a una muda normal y no a una afección médica. Las áreas alopécicas no son normales en los gatos y pueden ser causadas por irritaciones de la piel, infecciones o alergias.

12. El gato ha desarrollado un aliento apestoso

Un gato con mal aliento suele ser un indicio de enfermedad periodontal o alguna infección en la boca y debe ser revisado por un dentista veterinario para una limpieza y tratamiento. Tener hábitos constantes de cepillado de dientes normalmente debería ayudarlo a prevenir estas situaciones, pero una vez que el gato las ha desarrollado, requieren atención inmediata.

13. El gato ha perdido mucho peso

Muchas enfermedades pueden hacer que un gato pierda peso. Los parásitos o la diabetes pueden hacer que un gato pierda peso, independientemente de comer normalmente. Otras formas de enfermedad disminuyen el apetito de un gato y dan como resultado la pérdida de peso. Si ha notado alguno de esos escenarios sin saber que ha puesto a su gato a dieta a propósito, lleve a su gato al veterinario para comenzar a investigar qué está causando esta pérdida de peso.

14. Gato escondido

Algunos gatos que tienen miedo o están ansiosos tienden a esconderse, pero también lo hacen los gatos que sienten dolor. Estudia el escenario, pero si tu gato normalmente sociable te ha estado evitando, esta es otra señal no tan clara de que algo está pasando.

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15. El gato se vuelve agresivo

Los cambios en las hormonas y un mal manejo del comportamiento pueden hacer que los gatos se vuelvan agresivos. Sin embargo, muchos gatos heridos o enfermos se vuelven agresivos como respuesta a la incomodidad cuando los tocan o como una forma de llamar la atención.

16. El gato se vuelve más vocal

El aumento de la vocalización es la forma en que un gato exige comida y atención. Pero si su gato se vuelve más ruidoso y vocal durante más de 24 a 36 horas, independientemente de la disponibilidad de alimentos, esta podría ser la forma en que su gato intenta comunicar que algo no está bien.

Dicho esto, las hembras en celo se vuelven más ruidosas y vocales, por lo que se deben tener en cuenta todos los factores para comprender qué está causando este comportamiento. Algunos problemas neurológicos pueden provocar un aumento de la vocalización en los gatos. Además, los gatos que sufren de pérdida de audición o visión también vocalizarán más.

17. El gato no s alta a los lugares a los que solía ir

Puede que esto no sea una señal muy obvia, pero si eres un buen observador y te has dado cuenta de que tu gato ya no está en esa estantería superior que solía adorar, esto podría ser el desarrollo de artritis o una lesión.

Ver también:Ataxia en gatos: definición, causas y tratamiento (respuesta del veterinario)

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Conclusión

Ocultar signos de enfermedad ha sido una estrategia de supervivencia felina que aún prevalece en nuestros gatos modernos. Estar al tanto de los signos de un gato enfermo puede contribuir en gran medida a prevenir complicaciones y potencialmente salvar la vida de su gato.

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