Perros y huesos son una combinación tan antigua como el tiempo. Se ha mostrado a los perros masticando huesos en los medios populares durante tanto tiempo que es difícil saber de dónde vino la asociación en primer lugar. Aún así, la asociación no va a ninguna parte, especialmente porque tiene muchas raíces en la realidad.
Entonces, ¿por qué a los perros les gustan tanto los huesos? Muchos dueños de perros pueden atestiguar el hecho de que dejar caer un hueso en las patas de su perro puede mantenerlo ocupado durante horas y ayudarlo a liberar mucha energía acumulada para masticar. Aquí hay tres razones por las que tu perro adora los huesos.
Las 3 razones por las que los perros mastican huesos
1. Son deliciosos y nutritivos
Los huesos representan una excelente fuente de nutrición para los perros. Son omnívoros, por lo que se nutren tanto de plantas como de animales.
La médula ósea contiene muchos nutrientes esenciales y grasas saludables que son sabrosas y nutritivas. Históricamente, los perros masticaban los huesos de la médula para ayudarlos mientras cazaban y protegían a sus amos.
Tampoco es solo la médula la que contiene grasa. Las grasas mantienen el hueso unido estructuralmente, por lo que solo roer el hueso proporciona nutrientes esenciales. Además de las grasas saludables, los huesos también representan una excelente fuente de calcio para los perros.
Los huesos crudos también suelen tener restos de carne que pueden picar mientras mastican. Si bien los perros hoy en día obtienen todos sus nutrientes esenciales de los alimentos para perros, sus antepasados habrían tenido que asegurarse de obtener cada gramo de valor nutricional que pudieran obtener de su entorno.
2. Es divertido para ellos
No solo es saludable que los perros mastiquen huesos; ¡también es divertido para ellos! Los perros disfrutan masticando cosas solo por diversión, y los huesos pueden ser una salida saludable para este comportamiento. Si tienes un perro al que le gusta morder algo y accidentalmente destruye cosas, un hueso de tuétano puede ser una gran adición a su repertorio de juguetes.
Los perros aprenden a masticar cuando son muy pequeños. Masticar juguetes y otros objetos ayuda a aliviar las molestias durante la etapa de dentición. Esta masticación los estimula mentalmente y satisface muchos de sus instintos de presa.
Cuando crecen y tienen dientes más afilados, masticar puede convertirse en un comportamiento destructivo. Por lo tanto, desvíe la atención de su perro de sus zapatos y póngalo en un hueso o asta que pueda usar sin destruir de inmediato.
3. Ayuda a limpiar sus dientes
Masticar huesos también ayuda a limpiar sus dientes. El movimiento de masticación no solo ayuda a desalojar las partículas de comida atascadas en los dientes, sino que también ayuda a prevenir la acumulación de placa, ya que los dientes rozarán la superficie de lo que sea que estén masticando.
Esto hace que los huesos sean ideales para mejorar su salud dental, ya que una médula ósea sólida o un asta ayudarán a eliminar la placa de los dientes.
Maneras seguras de darle un hueso a tu perro
Aún así, no empieces a tirar los huesos de tu perro de la mesa. A pesar de estos beneficios para la salud y el bienestar, aún puede ser peligroso darle huesos a su perro, y muchos veterinarios recomendarán no hacerlo porque las prácticas de alimentación irresponsables pueden ser fatales.
Estos son algunos consejos básicos para dar huesos a los perros:
- Nunca se deben dar huesos cocidos a los perros, ya que cocinarlos los vuelve quebradizos y propensos a astillarse. Estas astillas podrían cortarle la boca o la garganta a su perro si las ingiere y podrían ser fatales.
- No se deben dar huesos pequeños a perros grandes. Se pueden tragar y el perro puede ahogarse con el hueso, incluso hasta el punto de morir. Todos los huesos que se le den deben tener el tamaño adecuado para su perro para evitar cualquier peligro de asfixia.
- Si bien algunos perros grandes pueden manejar huesos pequeños, a menudo es mejor prevenir que curar. Tú conoces mejor el estilo de masticación de tu perro; por lo tanto, use su mejor juicio sobre el tamaño de los huesos que reciben. Si tienes un perro en el que no se puede confiar para que no se trague un hueso pequeño, asegúrate de quitarle el hueso una vez que sea lo suficientemente pequeño como para caber en su boca.
- Huesos de tuétano comerciales, astas y otros juguetes para masticar están bien para alimentar a sus perros. Están hechos pensando en los perros y nunca se cocinan para evitar que se vuelvan quebradizos. Los huesos crudos de pollo, cordero, pavo y res también están bien para alimentar a sus perros.
- Cualquier hueso crudo debe refrigerarse cuando su perro no lo esté masticando y desecharlo después de unos días. Mantener un hueso crudo durante demasiado tiempo, incluso en el refrigerador, es un caldo de cultivo para bacterias que pueden enfermar a tu perro.
- Siempre debes vigilar a tu perro cuando tenga un hueso. Incluso si un hueso no es quebradizo, aún puede romperse o astillarse, y querrá poder responder rápidamente y quitar el hueso si lo hace.
- Si tiene más de un perro, esté atento a las señales de agresión entre ellos. Los perros pueden ser protectores con los huesos y pueden reaccionar agresivamente cuando tienen un hueso, incluso si suelen ser muy dóciles.
Conclusión
Los huesos son una adición fantástica a la dieta de su perro. Presentan varios beneficios para la salud y el bienestar cuando se alimentan de manera responsable y pueden ayudar a entretener y estimular a su perro. Siempre que esté atento a las condiciones y circunstancias en las que su perro recibe huesos, no deberían presentar ningún riesgo significativo para la salud.