¿Pueden los gatos enamorarse unos de otros? Esto es lo que dice la ciencia

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¿Pueden los gatos enamorarse unos de otros? Esto es lo que dice la ciencia
¿Pueden los gatos enamorarse unos de otros? Esto es lo que dice la ciencia
Anonim

Los filósofos han debatido el tema del amor entre animales durante siglos. Muchos todavía dirían que es difícil de definir entre humanos, y mucho menos entre gatos. Es evidente para cualquier dueño de una mascota que los gatos y los perros experimentan sentimientos. Los científicos han concluido que los caninos tienen la madurez emocional de un niño de 2 a 2,5 años1 Conocen la angustia, el miedo e incluso el amor. Sin embargo, ¿pueden los gatos sentir lo mismo y enamorarse unos de otros?

La respuesta corta es, bueno, más o menos, pero no en la forma en que lo definimos. Tenemos que retroceder en el tiempo hasta la evolución felina temprana, la domesticación de los gatos salvajes y las adaptaciones modernas del vínculo humano-gato para comprender realmente el concepto.

La trampa antropomórfica

Si queremos responder científicamente a esta pregunta, debemos prescindir del antropomorfismo o la atribución de características humanas a no humanos. Nuestras mascotas no son personas pequeñas. Pueden comportarse de manera similar y mostrar sentimientos, pero los instintos y el cableado evolutivo dictan cómo actúan. Somos capaces de emociones más altas y más complejas que nuestros compañeros animales. Eso también se aplica al amor.

Nuestras mascotas pueden formar fuertes lazos emocionales con nosotros. Son cariñosos con nosotros y entre ellos. Sin embargo, no pueden comunicarse de las mismas formas complicadas que nosotros. Por supuesto, el amor es una emoción compleja cuando se habla de un vínculo entre dos individuos. Cuando hablamos de que los gatos se aman, no está en el mismo contexto que las relaciones que establecemos con otras personas.

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Evolución y Genética

Tanto los felinos como los caninos producen la llamada hormona del amor, la oxitocina. Algunas investigaciones sugieren que puede desempeñar un papel en el vínculo humano-gato2 Sin embargo, no se correlaciona de la misma manera que con los humanos. Altos niveles no necesariamente significan relaciones sólidas. Pero los gatos difieren en muchos aspectos tanto de los humanos como de los caninos. Mientras que muchos caninos viven en grupos, los felinos son solitarios en su mayor parte.

Los científicos teorizan que los gatos domésticos descienden del gato salvaje europeo (Felis silvestris)3 Estos animales son solitarios y polígamos, y los machos se aparean con más de una hembra. Estos hallazgos sugieren que los gatos no pueden amarse entre sí, al menos no como lo vemos. No obstante, la evolución tenía otra carta bajo la manga.

Las influencias de la domesticación

Los científicos estiman que los humanos domesticaron a los gatos salvajes hace unos 9.500 años, coincidiendo con el desarrollo de la agricultura en el Creciente Fértil. Lo desconcertante de esto es que los felinos no nos necesitaban, ni los queríamos particularmente en nuestros asentamientos. A diferencia de los perros, no contribuyeron mucho a nuestro bienestar. Sin embargo, el motivo de su domesticación se remonta a la agricultura.

Los granos fueron algunos de los primeros alimentos que cultivaron los humanos. Y cuando planta estos cultivos, está poniendo el tapete de bienvenida para roedores y otras plagas. No pasó mucho tiempo antes de que los gatos salvajes comenzaran a rondar a los humanos porque sus cultivos atraían a muchas de sus presas típicas. La relación entre los felinos y las personas se volvió mutuamente beneficiosa.

Un avance rápido hasta el antiguo Egipto, y los gatos ahora son cuidados y venerados. Los científicos teorizan que los egipcios pueden haber criado felinos de forma selectiva para hacerlos más parecidos a las adorables mascotas que conocemos hoy. Eso implicaría cultivar emociones que eran ajenas a los gatos salvajes. Los felinos no necesitaban desarrollar afecto por otras cohortes debido a su estilo de vida solitario. La domesticación cambió esa situación.

Incluso cuando la gente comenzó a formar comunidades, los gatos seguían con nosotros, presumiblemente debido a que los roedores nos seguían a las aldeas y pueblos. Eso significa que tuvieron que adaptarse a estar rodeados de personas y probablemente entre ellos. Estos eventos han tenido un profundo impacto en la capacidad emocional de los gatos.

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Investigación actual sobre las percepciones emocionales felinas

Los científicos han estudiado durante mucho tiempo la relación entre perros y humanos. Los caninos no dudan en mostrar sus emociones. Es fácil darse cuenta de lo que está pasando entre sus oídos. Los felinos han sido una historia diferente, no facilitada por la naturaleza cambiante de los gatos. Sin embargo, la investigación ha demostrado que los felinos son buenos para leer las emociones humanas y adaptar su comportamiento en consecuencia.

Estos hallazgos sugieren que los gatos pueden comprender las emociones. Otro estudio consideró el efecto de la presencia de un dueño en la respuesta de una mascota al estrés. El investigador observó efectos positivos mostrando un mayor nivel percibido de comodidad. Este experimento demostró el vínculo entre los humanos y sus gatos. Claramente, las personas ejercieron una influencia tranquilizadora sobre sus mascotas, lo que sugiere un apego emocional.

Otra investigación se ha centrado en los diversos rasgos de comportamiento de los gatos, que pueden afectar si son capaces de enamorarse unos de otros. No hace f alta ser un científico espacial para determinar que los felinos tienen personalidades diferentes. Por supuesto, la socialización y otros factores ambientales son fuertes influencias. Sin embargo, la evidencia sugiere un aspecto genético.

Un estudio realizado por la Universidad de Helsinki encontró siete tipos distintos de comportamiento basados en los comentarios de los propietarios de más de 4300 mascotas. Los hallazgos mostraron claras diferencias en la sociabilidad de gato a gato. El oriental y el birmano obtuvieron los puntajes más altos entre las razas, con el somalí y el van turco al final de la lista.

Las variaciones de comportamiento de las razas están bien documentadas en la literatura científica. Por lo tanto, este dato no es de extrañar. Muestran un grado de sociabilidad que, a su vez, puede afectar la capacidad de amar de un gato. Los científicos saben que los felinos perciben y comunican emociones con otros animales. Usan medios visuales, olfativos y auditivos para señalarse unos a otros.

Accesorios y Vínculos Sociales

Los gatos también forman lazos sociales con sus dueños. Quizás esa sea la evidencia más fuerte de que los gatos se enamoran. Si estos animales pueden formar estos lazos con un humano, no es exagerado suponer que pueden hacer lo mismo con uno de los suyos. Otro felino tiene la ventaja porque puede leer las pistas sutiles que pueden escapar a nuestra atención. Sin embargo, el vínculo social entre dos gatos es evidente si observas sus interacciones.

Dos gatos unidos harán muchas cosas juntos, desde acicalarse hasta dormir y jugar. También muestran una variedad de emociones. Los gatos se enfadarán y pelearán si los juegos bruscos van demasiado lejos. Del mismo modo, pueden comenzar una siesta por la tarde con el aseo mutuo antes de acurrucarse juntos. Recuerde que este comportamiento es contrario a lo que harían los gatos salvajes. Podemos concluir que muestra un lazo social que podemos llamar amor.

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Reflexiones finales

Los gatos domésticos están muy lejos de sus contrapartes salvajes en muchos sentidos. Sin embargo, la más profunda es sin duda su sociabilidad. Eso es producto de la domesticación y los cambios que influyó en el comportamiento del animal. Las mascotas no tienen que defender incondicionalmente los territorios para sobrevivir. Los humanos han accionado el interruptor, haciendo posible el afecto entre dos felinos.

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