Por qué los gatos se huelen el trasero: 6 razones

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Por qué los gatos se huelen el trasero: 6 razones
Por qué los gatos se huelen el trasero: 6 razones
Anonim

Los gatos no son tan conocidos como los perros por el antiguo arte de olfatear traseros, pero también participan en este ritual animal. Si observas a los gatos, especialmente en un entorno grupal, notarás un sutil olor a trasero. Los gatos no son tan abiertos o agresivos a la hora de olfatear el trasero como los perros, pero participan en este ritual por razones similares. Están tratando de obtener información y comunicarse entre sí. Entonces, ¿por qué exactamente los gatos se huelen el trasero? Aquí hay seis razones comunes por las que los gatos se huelen el trasero y lo que significan.

Información anal

Los gatos tienen dos pequeños sacos de líquido dentro de sus extremos traseros que secretan un líquido maloliente. Estos sacos se llaman glándulas anales. Eso puede sonar familiar porque los perros también tienen glándulas anales. Las glándulas anales de los gatos son más pequeñas y discretas que las de los perros, y los olores que desprenden son más sutiles. De hecho, la mayoría de las heces de los gatos están cubiertas de secreciones de sus glándulas anales que las personas nunca pueden oler porque sus narices no son lo suficientemente fuertes o el olor de las heces en sí enmascara el olor de las glándulas anales.

Son estas glándulas anales las que emiten información importante que los gatos pueden obtener unos de otros oliéndose el trasero. Los fluidos que se acumulan en estos pequeños sacos contienen una gran cantidad de información que los gatos pueden captar y tomar decisiones con respecto a otros gatos. Aquí hay 6 razones por las que los gatos se huelen el trasero y qué información pueden obtener de ello.

Las 6 razones por las que los gatos se huelen el trasero

1. Saludo e Identificación

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La razón más simple por la que los gatos se huelen el trasero es como un simple saludo. Los gatos que se conocen se olerán como una forma de saludar e identificar al otro gato. Cada gato tiene su propio olor único, y un olor rápido le dirá a cada gato quién es el otro. De esa manera, los gatos pueden hacerse amigos de los gatos que conocen o evitar a los gatos extraños con los que no quieren interactuar. Cuando los gatos se sienten amigables y receptivos a la socialización, a menudo levantan la cola y muestran el trasero. A veces, los gatos incluso les hacen esto a sus dueños humanos.

2. Olfateando enemigos

Un tipo de información que los gatos pueden obtener oliéndose el trasero es determinar si el otro gato es un rival, un enemigo o una amenaza. Si un gato está agitado o lleno de hormonas fuertes como la testosterona, aparecerá en sus glándulas anales. Cuando un gato huele a otro gato y detecta hormonas fuertes o feromonas que indican agresión, podría significar que el gato que está oliendo podría ser un rival o intentar entrar en su territorio. En este punto, el gato puede decidir seguir adelante, defenderse o hacer una jugada de dominio (más sobre esto más adelante).

3. Buscando una cita

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Al igual que emite olores que indican agresión o que un gato está merodeando por un nuevo territorio, el trasero también puede emitir olores que indican que un gato está buscando una cita. Un gato puede olfatear colillas cuando busca una pareja receptiva. Esto lo pueden hacer tanto gatos machos como hembras. Además, es probable que si un gato está olfateando para una cita, también esté emitiendo sus propios olores, lo que hará saber a otros gatos que se siente romántico.

4. Oler en busca de enfermedades

Otro tipo de información que un gato puede obtener al oler un trasero es si el otro gato está sano o enfermo. Un gato enfermo a menudo olerá diferente a un gato sano. También puede ver esto en los humanos, cuando los perros pueden olfatear ciertos tipos de cáncer con entrenamiento avanzado. Los animales enfermos huelen diferente a los animales sanos. Si un gato huele el trasero de otro gato, podría estar tratando de determinar si está enfermo. Si un gato descubre que otro gato está enfermo, podría decidir evitarlo para evitar contraer la enfermedad, o podría explotar su enfermedad a su favor en el caso de buscar nuevos territorios o parejas. Por estas razones, es importante saber si los demás gatos de la zona están enfermos o sanos.

5. Mostrando dominancia

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A veces, el acto de olfatear en sí mismo puede ser una herramienta. Algunos gatos se olerán entre sí como una forma de mostrar dominio. Si un gato se acerca con confianza y olfatea el trasero de otro gato, es una señal de dominio o una muestra de la voluntad de controlar la situación. Si un gato está tratando de mostrar dominio sobre otro gato, es bueno saber si el otro gato se siente ansioso, agresivo o enfermo. La información que reciben del otro gato puede ayudar a dictar su próxima serie de acciones.

6. Mostrar timidez o sumisión

En la dirección opuesta, los gatos pueden usar el ritual del olfateo para mostrar timidez o sumisión. Por lo general, el gato más dominante inicia la sesión de olfato. Eso significa que un gato puede decidir oler al otro gato en segundo lugar para transmitir que no está jugando por el dominio o el territorio. Algunos gatos solo quieren que los dejen solos, incluso cuando tratan con otros gatos. Al olfatear a otros gatos al final o tomarse el tiempo para saludar y olfatear, pueden mostrar a otros gatos en el área que no quieren problemas.

Este tipo de comportamiento muestra que el olor real no es la única razón por la que los gatos se huelen el trasero. El olfateo en sí mismo también se puede usar en un sistema social complejo para mostrar tanto dominio como sumisión para ayudar a comunicar las intenciones entre gatos.

Conclusión

A muchos dueños de gatos les gusta imaginar que sus gatos tienen más clase y son más refinados que los perros, pero aun así se huelen el trasero en un entorno social. Los gatos se huelen el trasero por una variedad de razones, incluido el intercambio de información, como saludo y como una forma de mostrar dominio o sumisión. Este es un comportamiento completamente natural que ha evolucionado como parte de la dinámica social y los sistemas de comunicación de un gato.

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