Tener un gato es muy diferente a tener un perro. Los perros son criaturas sociales que viven en manadas, mientras que los gatos son cazadores independientes y solitarios. Eso significa que la forma en que perciben tu voz es diferente: un perro puede verte como su protector, mientras que un gato está feliz de ignorarte y acicalarse. A diferencia de los perros, a los gatos no les perturba el tiempo a solas lejos de sus humanos.
Esto condujo al mito de que los gatos no se pueden entrenar porque no escuchan tu voz ni acuden cuando los llamas, pero eso no es del todo cierto. Se ha estudiado a los gatos para ver si escuchan a sus dueños, y los resultados fueron sorprendentes: se descubrió que se animaban más con las grabaciones de las voces de sus dueños que con la voz de un extraño.1 Algunos gatos pueden incluso aprender comandos simples, pero entrenarlos es un poco diferente a entrenar a un perro.
Si está interesado en obtener más información sobre por qué los gatos parecen no escuchar, cómo funciona el entrenamiento y más, ha venido al lugar correcto. Lea a continuación los detalles.
¿Se pueden entrenar los gatos? Consejos de entrenamiento para gatos
Los gatos conocen la voz de su dueño y pueden afinarla si quieren, pero no están tan innatamente ansiosos por complacer como un perro. El refuerzo positivo es la clave para entrenar a un gato, aunque solo sea para que no raye los muebles o se mantenga alejado de ciertas áreas. Se puede incentivar a algunos gatos para que aprendan comandos simples e incluso trucos, pero requiere mucha paciencia, comida y un vínculo fuerte.
Digamos que quieres enseñarle a tu gato a venir cuando lo llames por su nombre. Es posible que incluso ya sepan su nombre, pero simplemente no tienen ninguna razón para venir cuando lo llamas. Los elogios y algunos rasguños en la barbilla pueden funcionar para los gatos más sociables, pero en realidad, la mayoría de los gatos quieren golosinas o comida para hacer las cosas.
Empiezas llamando a tu gato por su nombre y buscando una reacción. Eventualmente, sus oídos se animarán, mirarán en tu dirección o tal vez incluso se acerquen a ti. Recompénselo generosamente con una golosina de alto valor como atún enlatado o una golosina favorita cuando vea algún reconocimiento. Los gatos entienden fácilmente la causa y el efecto, y comprenderán rápidamente que escucharte les otorga deliciosas recompensas.
Con el tiempo, puedes simplemente acariciar a tu gato y elogiarlo junto con la recompensa. Reduzca lentamente la cantidad de golosinas o comida que usa como soborno y disminuya hasta que su gato solo espere elogios. Ya no esperan una golosina en este punto, pero aún tienen una asociación positiva con escuchar tu voz.
Cómo redirigir el mal comportamiento: rascar y morder
Los gatos no entienden el castigo, y nunca debes usarlo como consecuencia de un mal comportamiento o para disuadirlo. Por ejemplo, golpear a un gato cuando te muerde demasiado fuerte solo lo asustará y lo pondrá ansioso. Podrían asociarte con ser golpeado con fuerza y aprender a simplemente evitarte para evitarlo.
El mismo tipo de cosas se aplica al rascado no deseado. Si los pilla rascándose y les levanta la voz o cualquier otro castigo, simplemente aprenderán a rascarse cuando no esté cerca para evitar que los atrapen. Es una pesadilla descubrir que tu gato ha estado destrozando tus muebles nuevos, pero las tácticas de redirección positivas son tu mejor arma. Esto va de la mano con el refuerzo positivo. Reforzar los buenos comportamientos y redirigir los malos comportamientos.
Rascado no deseado
Redirige los arañazos no deseados a un rascador, que es imprescindible para todos los dueños de gatos. Complementos como ratones colgantes, niveles múltiples y atractivas superficies alfombradas aumentarán las posibilidades de que su gato prefiera rascarse allí en lugar de sus preciados muebles.
Morder o agresión
Los gatitos jóvenes y los gatos no socializados son más propensos a morder demasiado fuerte, y es fácil que se enfurezcan. Cuando tu gato te muerda demasiado fuerte, ignóralo por completo. Esto es lo que hacen las mamás gatas con sus gatitos, lo que les enseña que no tienen más tiempo para jugar cuando muerden demasiado fuerte.
Reflexiones finales
Los gatos son los mejores compañeros independientes, por lo que puede ser fácil pensar que te están ignorando cuando no es así. Hacer que tu gato te escuche puede ser difícil, pero usar refuerzos positivos, golosinas y mucha paciencia contribuirá en gran medida a ganarse su corazoncito peludo.