Cuando escuchas el sonido revelador de las arcadas de tu gato, lo más probable es que tomes los productos de limpieza porque sabes lo que sucederá a continuación. Por supuesto, la mayoría de los propietarios están más que acostumbrados a las bolas de pelo o vómitos ocasionales de sus gatos, pero ¿y si no es ninguno de estos? Si entras y descubres que tu gato ha traído lo que parece una salchicha aplastada con comida, te preguntarás qué es. La regurgitación se asemeja a un tubo con forma de serpiente de comida compacta que no ha sido digerida.
Existen claras diferencias entre la regurgitación y los vómitos; la principal diferencia es que la regurgitación es una acción pasiva. Tu gato expulsará fácilmente la comida de su esófago sin contracciones bruscas. Por el contrario, el vómito suele ser fuerte y activo, lo que significa que el estómago se contrae para deshacerse del vómito. El vómito también está formado por alimentos digeridos o parcialmente digeridos y otros contenidos estomacales y puede parecer más líquido.
¿Qué causa la regurgitación?
Hay algunas causas de regurgitación en gatos, algunas de las cuales son inofensivas y otras más preocupantes. Es importante recordar que la regurgitación difiere de los vómitos y que algo hace que el esófago expulse la comida inmediatamente en lugar del estómago. Todas las siguientes condiciones son causas de regurgitación en gatos, desde la más común hasta la menos común:
1. Comer demasiado rápido
Si tu gato es demasiado entusiasta y engulle su comida, su cuerpo puede rechazarla. Si su gato siempre ha comido rápido, un comedero lento o un comedero de rompecabezas será muy útil. Si nota un cambio repentino en la velocidad a la que come su gato, debe comenzar a observarlo de cerca, llevar un registro y hablar con su veterinario si el comportamiento persiste. Ciertas enfermedades pueden aumentar el apetito de tu gato y cambiar sus hábitos alimenticios. Además, verifica que tu gato tenga suficiente comida y espacio para comer como quiera y que no esté compitiendo por los recursos con otro minino.
2. Comer demasiado
Si su gato come más de lo que su estómago puede soportar, se llenará y el esófago expulsará la comida que espera para entrar en el estómago. Esta comida vuelve a salir como un tubo de comida blanda pero sin digerir.
3. Beber demasiada agua
Al igual que comer en exceso, si tu gato traga agua justo antes de comer, su estómago puede llenarse y sobrecargarse. Esto puede causar regurgitación, pero afortunadamente no es una preocupación común en los gatos.
4. Esofagitis
Algunas enfermedades del esófago pueden causar regurgitación1. La esofagitis, o inflamación del esófago, es una de las causas de la regurgitación en los gatos, que puede deberse a varios factores, entre ellos:
- Ciertos medicamentos, como la doxiciclina (un antibiótico)
- Un objeto extraño que se ha atascado en el esófago, como un hueso
- Ingerir una sustancia irritante o cáustica
- Cáncer
- Infección por calicivirus (una infección de las vías respiratorias superiores común en los felinos)
- Reflujo ácido
5. Estenosis esofágica
La estenosis esofágica es un estrechamiento del revestimiento del esófago que se produce por diferentes motivos. Un cuerpo extraño, el reflujo ácido o una sustancia irritante pueden causar un trauma en el interior del esófago, dejarlo cicatrizado y estrechar la circunferencia del tubo. La inflamación o los tumores también pueden desencadenar este problema. Si su veterinario sospecha que su gato sufre estenosis esofágica, probablemente recomendará algún tipo de imagen (rayos X, endoscopia o fluoroscopia) y analizará las opciones de tratamiento según el grado de los signos de su gato.
6. Motilidad disminuida
La disminución de la motilidad esofágica (megaesófago o hipomotilidad) es una afección en la que el diámetro del esófago se agranda y los músculos de la pared no pueden funcionar correctamente, lo que dificulta que los alimentos se desplacen hacia el estómago de manera efectiva. Esta condición puede ser congénita o adquirida y es más común en los gatos siameses (aunque sigue siendo poco frecuente).
Hay varias causas posibles para la disminución de la motilidad esofágica, que incluyen:
- Cuerpos extraños alojados en el esófago
- Cáncer o pólipos en el esófago
- Problemas del sistema nervioso
- Condiciones neuromusculares
- Infecciones
- Toxinas
¿Cómo puedo saber si mi gato regurgitó o vomitó?
Hay diferencias en la regurgitación y el vómito que puedes observar en tu gato. Al regurgitar, la comida no se digerirá, lo que a menudo sucede inmediatamente después de comer (aunque puede ser unas pocas horas después de la ingestión). A tu gato parecerá que esto no le molesta en gran medida, ya que la regurgitación no produce náuseas y no hace que su estómago se contraiga. Es probable que la comida sea blanda y, a veces, se acompañe de una pequeña cantidad de líquido. El vómito, por otro lado, suele ser angustiante para los gatos. Cuando los gatos vomitan, a menudo se agitan y tienen arcadas cuando el abdomen y el estómago se contraen para expulsar el contenido, lo que provoca arcadas. El vómito generalmente contiene contenido estomacal digerido o parcialmente digerido y jugos gástricos líquidos. Los gatos pueden vomitar más de una vez y, a menudo, tienen otros signos de enfermedad, como f alta de apetito o heces más blandas.
Las señales de que su gato puede estar a punto de vomitar incluyen:
- Salivando o babeando
- Encorvado
- Náuseas
- Lamiendo labios
¿Qué debo hacer si mi gato regurgita?
Si tu gato solo ha regurgitado una vez y no muestra otros signos de enfermedad, es probable que no tengas que preocuparte. Las razones más comunes por las que un gato regurgita son comer demasiado o demasiado rápido, pero debe comunicarse con su veterinario si está preocupado o no está seguro de si su gato está regurgitando o vomitando. Sin embargo, si su gato muestra otros signos de enfermedad o regurgita después de cada comida, debe comunicarse con su veterinario. Si su gato se está asfixiando o muestra signos de tener algo atorado en la garganta, como babeo, patadas en la boca, angustia y regurgitación, llévelo al veterinario de inmediato.
¿Debo volver a alimentar a mi gato después de la regurgitación?
Si tu gato acaba de regurgitar su comida, es posible que comience a comerla. Es probable que comer su comida regurgitada no cause daño, pero limpiarla antes de que pueda llegar a ella puede ayudar a evitar que vuelva a traerla. Es recomendable retener la comida durante un rato después de que tu gato regurgite para evitar que regurgite más y permitir que el esófago descanse.
Sin embargo, no debes retener la comida durante mucho tiempo, ya que los gatos necesitan comer poco y con frecuencia; unas pocas horas como máximo es todo lo que se requiere. Siempre asegúrese de que tengan mucha agua fresca. Si le preocupa cuándo alimentar a su gato después de haber regurgitado, debe consultar con su veterinario. Del mismo modo, si tu gato está regurgitando debido a una condición médica, siempre sigue las instrucciones de alimentación de tu veterinario.
¿Cómo se trata la regurgitación?
La regurgitación en gatos se trata según la causa. Si su gato está trayendo comida porque está comiendo demasiado rápido o demasiado, un comedero lento puede ayudarlo a reducir la velocidad.
Si su gato tiene una condición médica que causa regurgitación, su veterinario le ofrecerá recomendaciones basadas en el tratamiento para esa condición. Por ejemplo, un recipiente elevado puede ser todo lo que se necesita para tratar casos menores de megaesófago, pero un cuerpo extraño requerirá cirugía.
Reflexiones finales
Los gatos que regurgitan a menudo lo hacen porque han engullido la comida demasiado rápido o han intentado comer demasiado; la regurgitación es diferente del vómito porque es una acción pasiva. La comida que se expulsa a menudo está completamente sin digerir y tiene forma de salchicha (la forma del esófago), y la experiencia no molestará en gran medida al gato. El vómito es un evento mucho más angustioso de presenciar, ya que el estómago se contrae para expulsar con fuerza la comida digerida y el ácido estomacal. Los gatos enfermos suelen estar nerviosos, con arcadas y salivando antes de vomitar. Hay muchas razones diferentes por las que los gatos regurgitan, así que habla con tu veterinario cada vez que notes que es esencial para descartar cualquier problema de salud.