La gabapentina es un anticonvulsivo aprobado por la FDA en humanos para tratar las convulsiones, el dolor nervioso y el síndrome de piernas inquietas. Su uso en perros es extra-label (es decir, usar un fármaco de una manera que difiere de lo que se indica en la etiqueta), pero se está utilizando más comúnmente como anticonvulsivo, analgésico y ansiolítico en nuestros compañeros caninos.
Con el aumento del uso, es esencial no solo comprender cuándo la gabapentina puede ser útil, sino también ser consciente de los posibles efectos secundarios que deben controlarse, así como las situaciones en las que el medicamento está contraindicado.
¿Qué es la gabapentina?
La marca más común bajo la cual se vende la gabapentina es Neurontin®. Otros ejemplos incluyen Aclonium®, Gantin® y Progresse®. En medicina veterinaria, la gabapentina se ha utilizado como analgésico para el manejo de varios tipos de dolor, para la sedación preclínica y como anticonvulsivo.
Las propiedades analgésicas de la gabapentina son beneficiosas para controlar el dolor neuropático, el dolor irruptivo (también conocido como dolor inadaptado o estado de dolor crónico), el dolor por cáncer y la osteoartritis. El dolor neuropático (o nervioso) se origina a partir de una lesión del sistema nervioso central o periférico. Si bien la gabapentina se puede usar como analgésico, no se debe confiar en ella para controlar el dolor en un entorno agudo, por ejemplo, con dolor posoperatorio agudo. La razón es que dicho dolor proviene de procesos inflamatorios para los cuales la gabapentina es ineficaz.
La Gabapentina puede ser útil para la sedación preclínica, ya sea sola o en combinación con otros ansiolíticos o sedantes. Puede ayudar a reducir la ansiedad y los comportamientos agresivos basados en el miedo en perros propensos a la agresión durante las visitas a la clínica veterinaria.
Aunque no se considera un anticonvulsivo de primera línea en perros, puede ser útil en casos de convulsiones refractarias cuando no responden a tratamientos más tradicionales.
¿Cómo se administra la gabapentina?
La gabapentina está disponible en varias formulaciones, a saber, cápsulas, tabletas (incluidas las de liberación prolongada) y como solución oral, todas las cuales se administran por vía oral. El fármaco se puede administrar con o sin alimentos. Más recientemente, también está disponible un gel transdérmico compuesto.
La dosis a la que se administra la gabapentina depende del efecto clínico deseado y de la afección que se esté tratando. Cuando se trata el dolor neuropático, una dosis típica comienza en alrededor de 10 mg/kg, administrados por vía oral cada 8 horas. Dicha administración frecuente es necesaria porque la gabapentina no solo se absorbe rápidamente, sino que también se elimina rápidamente del cuerpo. Ayuda a mantener las concentraciones plasmáticas mínimas deseadas y es fundamental cuando se intenta controlar los signos clínicos.
Además, dada esta rápida absorción y eliminación, no se recomienda usar gabapentina según sea necesario. Esto no daría como resultado concentraciones plasmáticas adecuadas del fármaco; por lo tanto, no sería efectivo pero aún podría causar efectos secundarios.
Utilizar gabapentina para la sedación preclínica requiere una dosis más alta, alrededor de 20 a 25 mg/kg, administrada la noche anterior a una cita programada y luego una dosis repetida al menos 1 a 2 horas antes de la cita. Usar una dosis tan alta hace que la sedación sea más probable (generalmente se observa cuando se administran más de 20 mg/kg).
Supongamos que existe una gran preocupación por los posibles efectos secundarios. En ese caso, su veterinario de cabecera puede recomendarle comenzar con una dosis aún más baja y aumentarla lentamente, aumentando la cantidad cada 2 o 3 días hasta lograr una dosis analgésica establecida. Esta titulación permite que el paciente se adapte y puede limitar los efectos secundarios.
¿Qué sucede si omite una dosis?
La respuesta a esta pregunta depende en gran medida del uso de la gabapentina: el tratamiento del dolor neuropático frente a la sedación preclínica. Omitir una dosis como parte de la sedación preclínica probablemente resultará en un menor o peor control de la ansiedad asociada con una visita al veterinario.
Cuando se olvida una dosis de un perro que está siendo tratado por dolor neuropático, el perro puede mostrar una aparente recaída de los signos clínicos. Sin embargo, dado que estos casos a menudo se tratan con varios analgésicos diferentes, es posible que esto no se note. Y siempre que no se olvide más de una dosis, el perro debe seguir bien controlado como antes con la reanudación de la dosificación regular.
Posibles efectos secundarios de la gabapentina
Los efectos secundarios más informados por los propietarios que administran gabapentina a sus perros son la sedación y la ataxia (pérdida de coordinación). La sedación suele ser transitoria y estos efectos disminuyen con el tiempo.
Se han descrito en humanos varios otros efectos secundarios, que van de comunes a raros, incluidos problemas respiratorios, incontinencia urinaria, visión borrosa, heces blandas y temblores.
Combinaciones de medicamentos comunes
La gabapentina a menudo se combina con analgésicos como los opioides y antiinflamatorios como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) para ayudar a aliviar el dolor en los perros. Muchas de estas combinaciones son eficaces para mejorar el control del dolor.
La gabapentina es sinérgica con los AINE (p. ej., carprofeno), lo que significa que el uso de los dos medicamentos en combinación puede mejorar los efectos del otro y, al hacerlo, reducir la dosis requerida para lograr los resultados deseados. Una dosis reducida también puede traducirse en una menor probabilidad de efectos secundarios.
Otra combinación común es usar gabapentina con trazodona. Este emparejamiento es seguro y útil, particularmente en pacientes con ansiedad significativa que requieren mayor apoyo antes de una visita veterinaria programada.
No se recomienda combinar gabapentina con aceite de CBD dado que este fármaco ya puede causar sedación, que se agravaría al usarlo con gabapentina.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Es seguro usar todas las formulaciones de gabapentina en perros?
No. La solución oral de gabapentina contiene xilitol, que es tóxico para los perros y no debe utilizarse. Tampoco hay investigaciones actuales que respalden el uso de tabletas de liberación prolongada en perros. Se requieren estudios para evaluar la eficacia de estos en perros y el potencial de efectos secundarios.
¿Cuándo está contraindicado el uso de gabapentina en perros?
Debido a que la gabapentina se excreta predominantemente por los riñones, los perros con enfermedad renal no deben ser tratados con gabapentina. Estos pacientes pueden experimentar una alteración del metabolismo del fármaco y, como resultado, un aumento de los efectos secundarios (p. ej., sedación y presión arterial baja).
Otra posible contraindicación son los perros con debilidad del extremo pélvico. Como se sabe que la gabapentina causa ataxia, el uso de este fármaco en dichos animales no solo exacerbará los signos clínicos ya existentes, sino que también puede disminuir su capacidad para deambular sin ayuda.
Por último, debido a que la gabapentina también se metaboliza en el hígado, debe usarse con precaución en perros con enfermedad hepática.
¿Cuál es el analgésico más eficaz en perros, la gabapentina o el tramadol?
Investigaciones recientes sugieren que el tramadol es ineficaz para controlar el dolor asociado con la osteoartritis en perros. Por lo tanto, la gabapentina parece ser la mejor opción, particularmente en un perro con osteoartritis que tiene un componente de dolor neuropático.
Conclusión
Si bien la gabapentina se está volviendo cada vez más popular en la medicina veterinaria, es crucial comprender para qué se puede usar y cuándo se debe evitar. Sus usos incluyen analgesia (con tipos específicos de dolor), sedación preclínica y terapia anticonvulsiva.
Debe evitarse en perros con enfermedad renal subyacente donde el metabolismo y la excreción del fármaco se verían afectados y los efectos secundarios serían más probables. La gabapentina no debe utilizarse para tratar el dolor posoperatorio agudo, ya que es ineficaz para controlar la inflamación. Además, utilizar con precaución en perros con enfermedad hepática.
Los efectos secundarios suelen incluir sedación y pérdida de coordinación. Estos pueden minimizarse comenzando con una dosis más baja y subiendo la dosis lentamente para permitir que el perro se adapte a la medicación.