¿Tu perro empieza a ladrar como loco cuando tienes invitados? No solo es vergonzoso para ti e incómodo (o incluso aterrador) para tus visitantes, sino que también estresa a tu perro.
El problema es que tu perro no tiene idea de que lo que está haciendo está mal. Ladrar es un instinto canino. Así es como se comunican. Los perros ladran para saludar, advertirte de un peligro potencial y expresar cómo se sienten.
Aún así, queremos que entiendan que hay un momento y un lugar para ladrar, y no es cuando le das la bienvenida a alguien a tu casa.
¿La buena noticia? Al igual que enseñarles cómo sentarse o ir a buscar, también puede enseñarle a su perro a dejar de ladrar a los visitantes utilizando la guía paso a paso que compartimos a continuación.
¿Por qué mi perro sigue ladrando a mis invitados?
Antes de que puedas evitar que tu perro ladre a los visitantes, es importante averiguar por qué está ladrando en primer lugar. Estas son algunas de las razones más comunes de este comportamiento:
1. Tu perro cree que te está protegiendo
Los perros ladran para alertar a sus dueños del peligro, y esto puede explicar por qué su perro ladra a los visitantes. Algunos perros sienten la necesidad de proteger el hogar de cualquier persona que no conocen.
Este es especialmente el caso de los perros más pequeños que tienen más probabilidades de sentirse amenazados cuando alguien nuevo entra en su territorio.
En otras palabras, tu perro en realidad está tratando de ser un buen chico, aunque no te guste cómo lo está haciendo.
2. Tu perro quiere la atención de tu invitado
Si tu perro siempre ha sido el centro de atención y está acostumbrado a recibir todas las mascotas, golosinas y mimos, es posible que les ladre a los visitantes porque también quiere su atención. ¡No se puede culpar a un cachorro por intentarlo!
3. Tu perro está aburrido
Ladrar puede ser una forma de que los perros se entretengan si están aburridos y quieren hacer algo divertido.
Si has notado recientemente que tu perro ladra más de lo normal cuando llegan invitados, esto puede ser una señal de que necesita más juguetes o actividad diaria en su vida.
4. Tu perro carece de entrenamiento y socialización
Esta es una de las principales razones por las que un perro puede ladrar a los visitantes. El entrenamiento y la socialización son fundamentales para tener un compañero que se comporte bien.
Los perros que no están acostumbrados a ver a otras personas, o a los que no se les ha enseñado la forma correcta de comportarse con los invitados, pueden sentirse asustados, sobreexcitados o inseguros sobre cómo interactuar con nuevas personas.
Esto puede hacer que ladren para mostrar sus emociones. Cuanto más tiempo pasa sin entrenar el ladrido, más arraigado se vuelve el hábito, lo que hace que sea más difícil romperlo con el tiempo.
Cómo entrenar a tu perro para que deje de ladrar a los visitantes
Una vez que hayas diagnosticado la raíz de los ladridos, es hora de sacarlo de tu perro. Sigue estos pasos:
1. Prepara a tu perro para el éxito
El primer paso para entrenar a su perro es uno que se alegrará de haber tomado: preparar a su perro para el éxito.
Esto incluye asegurarse de que tengan todo lo que necesitan, como suficiente comida y ejercicio, así como asegurarse de que no se vayan a meter en problemas.
Por ejemplo, si no quiere que su perro ladre a los visitantes a través de la puerta, manténgalo alejado de la puerta cuando haya gente de visita.
2. Mantenga las visitas bajas por un tiempo
El siguiente paso es limitar las visitas hasta que tu perro aprenda a comportarse con ellos.
Intente invitar a las personas de una en una y solo durante breves períodos de tiempo para que sea más fácil para usted y su perro mantener la calma y la concentración durante las sesiones de entrenamiento.
Y si es posible, evita que los niños te visiten mientras entrenas. ¡A menudo se emocionan mucho, lo que puede dificultar las cosas para todos los involucrados!
3. Informe a sus invitados sobre la capacitación
Antes de que pueda comenzar el proceso de capacitación, deberá informar a su familia y amigos de lo que está sucediendo para que no saboteen accidentalmente su progreso.
No olvides explicarles lo que quieres que hagan cuando vengan. Por ejemplo, ¿quieres que ignoren al perro por completo? ¿Quizás te llame antes de que lleguen para que puedas preparar a tu perro? Tener invitados de apoyo hará que la capacitación sea aún más efectiva.
4. Enséñele a su perro el comando "Silencio"
Una vez que se haya asegurado de que todos estén en sintonía con respecto a esta nueva capacitación, puede comenzar.
Enséñale a tu perro la orden de "silencio" con la ayuda de un amigo o familiar que esté dispuesto a seguirle el juego.
Pídele que toque la puerta o que toque el timbre, luego indícale a tu perro que ladre hasta que le des la orden de "silencio". Una vez que su perro deje de ladrar, recompénselo con una golosina y muchos elogios.
Repita este proceso hasta que su perro deje de ladrar cuando escuche a alguien en la puerta.
5. No castigue a su perro por cometer errores
Cuando entrenes a tu perro para que deje de ladrar a los visitantes, nunca los castigues por cometer errores. Esto solo hará que tengan más miedo de los visitantes y de usted. Recuerda siempre que están haciendo todo lo posible.
En su lugar, simplemente ignora cualquier mal comportamiento, no le prestes atención, ya sea buena o mala, y luego felicítalo cuando haga algo bueno. Eventualmente se darán cuenta. ¡Después de todo, los perros son criaturas súper inteligentes!
6. Practica, practica, practica
¡La práctica es el nombre del juego aquí! Una vez que su perro comprenda el concepto de estar en silencio cuando se le ordene, practíquelo con la mayor frecuencia posible. Mantenga las sesiones cortas y hágalo varias veces al día hasta que lo domine por completo.
7. Sigue aumentando el nivel de dificultad
Has trabajado duro con tu compañero canino durante días y finalmente has llegado a un punto en el que deja de ladrar a todos los que entran en la habitación.
Pero ahora, debes asegurarte de que no comiencen a retroceder manteniendo el nivel de dificultad alto y aumentándolo lentamente con el tiempo.
Eso significa probarlos más a menudo con diferentes tipos de visitantes (amigos, familiares, extraños) y en situaciones más desafiantes (como durante las entregas).
Conclusión
Si ladrar ha sido la reacción predeterminada de su perro a los visitantes durante mucho tiempo, le llevará tiempo olvidar ese comportamiento.
No sucederá de la noche a la mañana, pero con mucha paciencia, práctica y amor, pronto tendrás un perro que recibe a los visitantes con una actitud tranquila y moviendo la cola, sin ladrar sin parar.
Sigue trabajando en ello: ¡tú y tu mejor amigo llegarán allí!