A medida que el clima se vuelve más cálido y tu perro comienza a jadear, es posible que estés buscando una golosina refrescante que los refrescará a ambos. Si estás comiendo una jugosa sandía, es posible que tu perro esté rogando por un trozo.
Está bien darle una. La sandía es segura para que los perros la coman, siempre y cuando solo disfruten de la parte carnosa de la fruta en cantidades moderadas. De hecho, puede ser un refrigerio saludable para tu cachorro si lo preparas adecuadamente.
¿Por qué a los perros les encanta la sandía?
Tu perro probablemente esté ansioso por engullir sandía por las mismas razones que tú. Es dulce, jugosa y refrescante, especialmente durante el verano. Si bien los perros no siempre tienden a comer cosas que son buenas para ellos, en este caso, la sandía es en realidad una opción saludable.
Gracias a su alto contenido de humedad, fibra y densidad de nutrientes, la sandía se considera un superalimento, tanto para humanos como para perros. Está repleto de vitaminas A, B6 y C, junto con potasio, y casi no tiene grasa ni colesterol y está compuesto en un 92 % por agua. Y aunque contiene una cantidad decente de azúcar, no es suficiente para causar preocupación en pequeñas dosis.
Todo esto significa que la sandía es un bocadillo delicioso y nutritivo para tu perro e incluso puede ayudar cuando está deshidratado. Sin embargo, es importante tomar algunas precauciones cuando le des esta fruta a tu amigo peludo.
¿Cuánta sandía debo servir a mi perro?
Al igual que con todas las golosinas para su mascota, la sandía es un refrigerio que debe dársele a su perro con moderación. Las golosinas para perros solo deben representar el 10% del consumo diario de alimentos de su perro, y el resto debe provenir de una dieta equilibrada de alimentos para perros.
También debes tener cuidado de no compartir nada de la cáscara o las semillas de la sandía cuando estés comiendo con tu cachorro. La corteza es demasiado dura para digerir, lo que podría causar molestias intestinales. Las semillas tampoco están lo suficientemente maduras para que los perros las digieran. Si un perro consume la cáscara o las semillas, podría experimentar un bloqueo intestinal que puede requerir cirugía en algunas circunstancias.
Aquí tienes algunas ideas y consejos para que tu perro pueda disfrutar de la sandía de forma segura:
- Quita todas las semillas de la sandía
- Corte la pulpa en trozos pequeños o use un sacabolas de melón, evitando la cáscara
- Después de quitar las semillas y la cáscara, congela los trozos de sandía para obtener un helado (¡para ambos!)
- Alimenta a tu perro solo con sandía fresca, no con productos de sandía con sabor artificial
¡Mientras siga estas pautas, es seguro, saludable y agradable compartir un poco de sandía con su jadeante cachorro!
Conclusión
La sandía es segura para que los perros la disfruten con moderación. Será necesario quitar las semillas y las cáscaras, pero si toma las precauciones necesarias, puede compartir un poco de este jugoso melón con su perro la próxima vez que vaya de picnic o busque un refrigerio refrescante.