La mayoría de los gatos son criaturas amorosas y cariñosas. Les gusta que los acaricien, los rasguñen y jueguen con la mayor frecuencia posible. No es raro que un gatito inicie sesiones de caricias o insista en que lo acaricien mientras duerme la siesta en un lugar soleado. En general, los gatos disfrutan del contacto humano y lo encuentran reconfortante. Pero, ¿qué debe hacer si su amigo felino de repente parece retroceder ante su toque? Siga leyendo para obtener más información sobre por qué es posible que su gato ya no quiera que lo toquen y qué puede hacer al respecto.
Las 6 razones por las que tu gato no quiere que lo toquen
1. Tu gato está incómodo o tiene dolor
Al igual que con los humanos, es más probable que los gatos con dolor eviten que los toquen.
Si tu gatito siempre ha sido una criatura afable que está feliz de que la toquen, pero de repente se pone nervioso y trata de evitar que lo toquen, podría ser una señal de que tiene dolor. Por ejemplo, los gatos que se han sometido recientemente a una cirugía, que han resultado heridos de alguna manera o que padecen una afección crónica como la artritis, se mostrarán reacios a dejar que los levantes, los acaricies o incluso los cepilles. Es posible que estén tratando de decirle que necesitan atención adicional.
Por lo tanto, si nota que su gato exhibe alguno de estos comportamientos, hable con su veterinario. Es posible que su veterinario pueda recetarle medicamentos o mostrarle cómo realizar el cuidado en el hogar que puede ayudar a aliviar el dolor de su gato y hacerlo sentir más cómodo.
2. Tu gato podría estar enfermo
Si tu gato ha sido un invitado frecuente en tu regazo pero de repente se aleja de ti, significa que algo no está bien. Los gatos con enfermedades como enfermedades del tracto urinario, problemas dentales o incluso cáncer pueden experimentar un dolor repentino que les resulta difícil comunicar. Si tu gatito ha estado mostrando otros síntomas, como letargo, diarrea, vómitos o aumento de la sed, es una buena idea que lo revise un veterinario.
Incluso si tu gato no parece tener dolor en este momento, podría ser un síntoma de algo grave que necesita atención inmediata. Los cambios de comportamiento como estos también podrían indicar un problema de salud:
- Escondiendo
- No comer ni beber
- Cambio de hábitos de aseo
- Maullido excesivo
- Orinar y defecar fuera de la caja de arena
- Agresividad
3. Hay un olor nuevo en la casa
Los gatos son extremadamente sensibles a los olores y es posible que no quieran que los toquen si hay un olor nuevo en la casa. Si ha tenido amigos recientemente, ha estado limpiando en exceso o ha traído a casa una nueva mascota, es posible que su gato no quiera que lo toquen debido a estos extraños olores nuevos.
4. Tu gato quiere que lo dejen solo
Puede sonar extraño, pero los gatitos también tienen días malos.
Se sabe que los gatos son extremadamente sensibles a su entorno y, a veces, solo quieren que los dejen en paz. Es posible que su gato no esté enfermo ni tenga dolor ni tenga áreas problemáticas, pero es posible que simplemente no quiera que lo toquen en este momento. Es importante respetar los límites de tu gato. Si tu gatito muestra signos de incomodidad o adopta una postura defensiva, como silbar o tocarte, es mejor retroceder por el momento. La mayoría de los gatos te avisarán cuando quieran que los abraces de nuevo.
En resumen, si a tu gatito antes le encantaba que lo acariciaran, pero ahora ya no le gusta y parece que no le pasa nada, podría ser una señal de que solo necesita relajarse un poco mientras.
5. Tu gato podría estar asustado
Si a tu gato nunca le ha gustado que lo toquen, pero un día, de repente, comienza a desagradarle, es muy probable que algo lo haya asustado. Los gatos suelen ser reacios a mostrar signos de debilidad; como tal, pueden hacer todo lo posible para ocultarle cualquier tipo de ansiedad o miedo. Algo tan pequeño como una discusión en la casa, un visitante que se detuvo o cualquier otro cambio significativo en el entorno podría haber asustado a su gato y no estar dispuesto a que lo toquen.
6. Tu gato está envejeciendo
También es posible que con el paso de los años, el comportamiento de tu gato cambie. Aunque tu adorable felino solía disfrutar de tus caricias, es posible que no aprecien tanto estas muestras de afecto a medida que envejecen (¡y tal vez también se hayan vuelto más gruñones!). Sin embargo, pídale a su veterinario que revise a su gato para asegurarse de que este cambio de comportamiento no sea causado por una disfunción cognitiva, como la demencia.
Qué hacer si tu gato no quiere que lo toquen
Si tu gato ya no quiere que lo toquen, debes empezar por llevarlo al veterinario. Podrían estar sucediendo varias cosas que hacen que su gato ya no quiera que lo toquen. Algunos de estos son graves, pero pueden tratarse si se detectan a tiempo. Los gatos están acostumbrados a ocultar todo lo que les pasa, por lo que siempre es mejor descartar cualquier cosa grave.
Conclusión
Puede ser frustrante si tu gato de repente ha pasado de ser un gato faldero a evitar que lo toques. Sin embargo, hay muchas razones por las que un gato puede reaccionar de esta manera. Si tu amigo peludo parece tener dolor o no quiere que lo toquen en absoluto, es esencial hablar con un veterinario para descartar cualquier problema de salud. De hecho, un cambio en el comportamiento de un gato hacia ser tocado, acariciado o acariciado puede significar que algo más serio le está pasando a tu gato.
Dicho esto, si tu gato está estresado y simplemente no quiere que lo abraces por un tiempo, es probable que te avise cuando esté listo para que lo acaricies nuevamente. Con un poco de paciencia y comprensión, puedes ayudar a tu gato a sentirse más cómodo nuevamente.