A la mayoría de los animales no les gusta tomar medicamentos, y los gatos no son una excepción. Pero por muy difícil que sea tu gato, debes darle la medicación para que se mejore.
La medicina puede venir en forma de pastillas y en forma líquida. En este post, veremos cómo puedes darle a tu gato difícil medicina líquida.
Puedes darle el medicamento haciendo que sepa mejor para tu gato o usar una técnica que te ayude a administrar mejor el medicamento a tu gato.
Estas son formas en las que puedes darle a tu gato obstinado un medicamento líquido.
Método 1: Mezclar el medicamento líquido con la comida para gatos
Los gatos no pueden reconocer la medicina cuando se mezcla con su comida. Considere incorporar medicamentos líquidos con alimentos húmedos.
Además, recuerda informar al veterinario si tu gato está tomando algún otro tipo de medicación.
Cuando mezcles el medicamento con la comida, asegúrate de usar poca comida para que el gato se coma toda la comida y no deje restos. Esto es lo máximo que deberá hacer para que la mayoría de los gatos los inciten a tomar su medicamento. Sin embargo, si no lo hacen, aquí hay otro método para explorar.
Método 2: Usar una jeringa
Si tu gato no puede tomar su medicamento mezclado con su comida, tendrás que usar una jeringa para administrar el medicamento.
Usar una jeringa para administrarles medicamentos no es fácil, pero el proceso será menos estresante con un poco de preparación.
Estos son los pasos cruciales que debe seguir:
1. Prepare sus materiales
- Disponga una toalla:Deberá colocar una toalla en el área donde planea administrar el medicamento. Luego usarás la toalla para envolver a tu gato para mantenerlo quieto y evitar que se rasque. Necesitará una toalla de tamaño completo y asegúrese de estirarla sobre el lugar donde planea administrar el medicamento. Es vital trabajar desde una altura conveniente, como un mostrador o una mesa.
- Prepare su medicamento – Deberá leer y seguir las instrucciones que le proporcione el veterinario. En la mayoría de los casos, encontrará que necesitará agitar el medicamento antes de administrar cualquier dosis. Si está administrando el medicamento directamente del frasco, deberá colocarlo en una superficie plana que sea fácil de alcanzar desde el área de dosificación.
- Prepare la jeringa – Debe llenar la jeringa con la cantidad prescrita de medicamento. Asegúrese de seguir las instrucciones y medir cuidadosamente. Una vez que haya medido el medicamento en la jeringa, colóquelo al alcance de su área de dosificación.
2. Prepara a tu gato
- Posicionar al Gato – Lo mejor sería que colocaras a tu gato en la zona de dosificación, es decir, el lugar donde pones la toalla. Asegúrate de que tu voz sea feliz, tranquilizadora y relajante para mantener al gato tranquilo. Coloca al gato en el medio de la toalla con ellos mirando hacia ti.
- Inmovilice a su gato – Este paso consiste en asegurarse de que su gato no escape ni se mueva durante la dosificación. Si tu gato tiene una personalidad tranquila, puede ser suficiente con sostenerlo. Si tiene una persona que lo ayude, debe sostener el hombro de cada gato y agarrar sus patas delanteras superiores. Esto ayudará a mantener al gato quieto y evitará que levante las patas delanteras para rascarse. La persona que lo ayude podría abrazar a su gato contra su estómago o pecho para evitar que se mueva hacia los lados o retroceda. Si tu gato se mueve, es probable que te rasguñe. Sería mejor si envolvieras al gato en una toalla. Envuélvalos de manera cómoda con solo la cabeza sobresaliendo. Envolverlos con una toalla asegura que sus garras estén metidas de manera segura y que no puedan arañarte. Para envolver a su gato de manera eficiente, debe doblar la mitad de la toalla sobre la espalda del gato y repetir con la otra mitad para que el gato esté bien contenido en la toalla. Elimine la holgura de la toalla alrededor del cuello para que las piernas queden bien sujetas contra el cuerpo y bien aseguradas dentro de la toalla. Si tiene una persona que lo está ayudando, pídale que coloque sus manos fuera de la toalla sobre los hombros del gato para ayudarlo a estabilizarse.
- Abre la boca del gato – Con el dedo índice y el pulgar de la mano izquierda, forma una C invertida en la boca de tu gato. Asegúrate de que el pulgar y las yemas de los dedos descansen a ambos lados de la boca mientras la palma de tu mano descansa sobre la frente de tu gato. Presione hacia adentro con el pulgar y la yema del dedo, presionando el labio superior del gato sobre los dientes de las mejillas superiores: los molares. Si es zurdo, debe usar su mano derecha para abrir la boca del gato para que pueda dejar su mano izquierda para administrar el medicamento. Este método te permite abrir un poco más la boca de tu gato y evitar que se muerda el labio, lo que reduce la posibilidad de que te muerda a ti también.
- Levanta la cabeza de tu gato – Una vez que hayas abierto la boca del gato, debes inclinarla hacia el techo. Puede hacer esto fácilmente rotando su agarre mientras se asegura de no cambiar su agarre. Cuando inclinas al gato hacia arriba, ayuda a que la mandíbula inferior caiga un poco y abra más la boca.
3. Administrar el medicamento
- Coloca la jeringa en la boca del gato –Coloca la jeringa justo detrás de los colmillos inferiores del gato y en ángulo sobre la lengua.
- Administer The Medicine: presione lentamente el émbolo de la jeringa para poner alrededor de un mililitro del líquido en la boca del gato. Cuando el medicamento entre en la boca del gato, intentará tragarlo. Algunos gatos bajan la cabeza para tragar, por lo que es posible que debas relajar la muñeca para permitirles bajar la cabeza en una posición natural para tragar.
- Finalice el proceso de dosificación – Cuando el gato haya terminado de tragar el primer mililitro, repita el proceso hasta que la jeringa esté vacía.
4. Recompensa al gato con una golosina
Una vez hecho esto, desenvuelve a tu gato mientras le hablas suavemente. En la mayoría de los casos, el gato saldrá corriendo detrás, pero no lo hará si le das un poco de cariño y una golosina.
Ofrecerle una golosina a tu gato hace que tu gato se sienta menos resentido con el proceso de medicación y hace que el proceso sea mucho más fácil la próxima vez que lo hagas.
Conclusión
Dar a tu gato un medicamento líquido puede ser toda una tarea. Sin embargo, si estás bien preparado, puede ser un paseo por el parque para ti.