Es probable que los gatos dejen que su curiosidad los lleve a situaciones precarias, pero los perros son igual de propensos a meterse en problemas. Si su cachorro curioso se encuentra con un sapo en sus exploraciones al aire libre, puede sentirse tentado a lamer o masticar al animal desconocido. Dependiendo de dónde vivas, deberías preocuparte si tu perro lame un sapo.
En este artículo, hablaremos sobre las dos especies de sapos que pueden poner en peligro la vida de su perro si los lame y en qué parte del país se encuentran. También enumeraremos las señales que su perro puede mostrar si lame un sapo y qué hacer si las nota. Finalmente, cubriremos cómo mantener a su perro a salvo de encuentros cercanos como los sapos.
Qué sucede cuando tu perro lame un sapo
Todas las especies de sapos producen toxina de sapo. La toxina del sapo es un mecanismo de defensa. Es una sustancia espesa, de color blanco cremoso, altamente irritante que puede ser secretada rápidamente por glándulas especiales distribuidas por toda la piel de un sapo y detrás de las cuencas de sus ojos. Todas las etapas de la vida de los sapos contienen estas toxinas, incluidos los huevos y los renacuajos.
Los perros pueden absorber las toxinas del sapo a través de la boca si lamen o mastican un sapo. También pueden verse afectados por beber agua en la que se haya posado un sapo o que contenga huevos de sapo.
Señales que podrían indicar que tu perro lamió un sapo
Señales de que tu perro lamió un sapo:
- Babeando
- Encías y boca irritadas
- Espuma en la boca
- Vómitos
La mayoría de las especies de sapos con los que se encontrará su perro solo causan estos signos leves y no ponen en peligro la vida de su perro. Sin embargo, dos especies pueden causar envenenamiento que progresa rápidamente desde estos primeros signos leves hasta complicaciones potencialmente mortales: los sapos de caña y los sapos del río Colorado.
Lo que necesitas saber sobre los 2 sapos mortales
Aquí hay algunos detalles sobre las dos especies de sapos potencialmente mortales que tu perro puede encontrar.
1. Sapos de caña (Rhinella marina)
Los sapos de caña son a veces sapos gigantes o marinos. La especie se conocía anteriormente como Bufo marinus. Son los sapos más peligrosos que tu perro puede encontrar en los Estados Unidos. Los sapos de caña son grandes, de 6 a 9 pulgadas de largo, con grandes glándulas en forma de triángulo detrás de los ojos. Pueden ser de color canela, marrón rojizo, marrón o gris con manchas oscuras en la espalda. Como todos los sapos, la toxina del sapo de caña tiene dos componentes principales: bufotoxina y bufageninas. Estas toxinas afectan el corazón y el sistema nervioso. En los EE. UU., estos sapos se encuentran en áreas cálidas y tropicales y son más prominentes en Florida, Hawai, Luisiana y el sur de Texas. En Australia, su área de distribución se extiende por la mitad nororiental del continente.
2. Sapos del río Colorado
Los sapos del río Colorado también son gigantes y pueden crecer hasta 7.5 pulgadas. Tienen la piel brillante y cubierta de verrugas con glándulas ovaladas detrás de los ojos y en las extremidades traseras. Estos sapos son de color verde oliva a marrón oscuro con vientres de color crema claro.
El sapo del río Colorado también secreta toxinas en cantidades lo suficientemente altas como para provocar una amplia gama de signos perjudiciales. Su área de distribución abarca los estados del sudoeste de EE. UU. y el norte de México.
Señales de intoxicación grave por sapos
Los primeros signos de que tu perro ha lamido un sapo mortal son similares a los de las especies menos tóxicas: irritación en la boca, babeo, espuma y vómitos. También puede notar las encías de color rojo brillante.
Sin embargo, si su perro se ha encontrado con un sapo de caña o del río Colorado, rápidamente experimentará signos más graves, a veces en tan solo 30 minutos. Señales de intoxicación grave por sapos:
- Convulsiones
- Temblores
- Convulsiones
- Problemas para respirar
- Problemas para caminar
- Aumento de la temperatura corporal
- Latido irregular del corazón
- Vómitos
- Babeando
- Colapso
Qué hacer si tu perro lame un sapo
Si sospecha que su perro se ha lamido un sapo o ha notado alguno de los signos iniciales de envenenamiento, llévelo a su veterinario de inmediato. Si vive en el hábitat de los sapos del río Colorado o Cane, lamer un sapo es una emergencia médica.
Si puede encontrar el sapo, intente tomarle una foto para ayudar en la identificación y lleve a su perro al veterinario rápidamente. Dependiendo del tamaño de su perro, los encuentros con sapos de caña pueden ser mortales en tan solo 15 minutos.
Mantener a tu perro a salvo de los sapos
La mejor manera de evitar que tu perro lama un sapo es evitar cualquier encuentro en primer lugar. Si deja un tazón de agua afuera para su perro, manténgalo elevado para evitar que los sapos accedan a él.
Los sapos suelen ser más activos después de la lluvia y durante la temporada de reproducción (primavera/verano). También es más probable que los vea por la noche, al amanecer o al anochecer. Mantenga una estrecha vigilancia sobre su perro cuando esté afuera durante estos tiempos.
Considere revisar su jardín antes de dejar salir a su perro. Mantenlos atados cuando camines o hagas senderismo, especialmente cerca de los hábitats de los sapos, como estanques y humedales. No dejes que tu perro beba de estanques o charcos.
Conclusión
En la mayoría de los casos, un perro que lame un sapo será irritante pero no potencialmente mortal, sin embargo, aún debe hacer que un veterinario revise a su perro si lame un sapo. Si vive en el área de distribución de los sapos de caña o los sapos del río Colorado, es esencial que trate cualquier lamedura o ingestión de sapos como una emergencia médica. Toma todas las precauciones para evitar que tu perro encuentre un sapo y prepárate para actuar rápidamente si sospechas que se ha producido un envenenamiento. Tenga a mano los números de teléfono de Pet Poison Helpline y de la clínica veterinaria de emergencia más cercana.