Si vive en un área un poco demasiado seca para su comodidad o simplemente se está preparando para el clima invernal, es posible que esté considerando un humidificador. La buena noticia es que los humidificadores son perfectamente seguros para usar cerca de gatos y otras mascotas, siempre y cuando se usen según las instrucciones y sean de la variedad de vapor frío. Los humidificadores pueden incluso ser beneficiosos a tu gato de muchas maneras.
En esta publicación, compartiremos cómo los humidificadores benefician a los gatos y daremos algunos consejos sobre cómo mantener a su gato 100 % seguro si planea usar uno.
¿Qué hacen los humidificadores?
Un humidificador combate el aire seco de su hogar bombeando humedad al aire. Esto se logra pasando aire seco a través de un filtro de mecha que se ha humedecido dentro del humidificador. Luego se expulsa al aire como una fina niebla.
Los humidificadores son beneficiosos para la salud de los humanos porque ayudan a calmar las condiciones incómodas causadas por la sequedad en el aire, incluida la piel seca, la irritación en la nariz, la congestión, los dolores de cabeza, la irritación de las cuerdas vocales, el cabello seco y la tos seca. También pueden ayudar a reducir los ronquidos, que pueden ser causados por respirar aire seco mientras duerme.
¿Cómo benefician los humidificadores a los gatos?
La calidad del aire también repercute en la calidad de vida de nuestras mascotas, especialmente en gatos con afecciones respiratorias. Así como los humidificadores ayudan a los humanos con la piel y el cabello secos, pueden ayudar a mantener la piel y el pelaje de su gato en buenas condiciones. También pueden ayudar a aliviar los síntomas de ciertas enfermedades de las vías respiratorias.
¿Son seguros los humidificadores para gatos?
Por lo general, sí, siempre y cuando mantengas la humedad de tu hogar en un nivel saludable. El exceso de humedad puede convertir tu hogar en un caldo de cultivo para bacterias, hongos y moho, y esto puede ser peligroso tanto para ti como para tus gatos. Se recomienda usar humidificadores de vapor frío alrededor de los gatos, ya que estos eliminan los riesgos que implica el uso de humidificadores de vapor caliente.
Los 8 consejos para usar humidificadores cerca de gatos
Aunque los humidificadores se pueden usar de manera segura cerca de los gatos, todavía hay algunas cosas a tener en cuenta. Consulte estos consejos para asegurarse de que su hogar sea lo más seguro y cómodo posible para su gato.
1. Evite los humidificadores de vapor caliente, ya que la temperatura del agua/vapor puede causar quemaduras
Los humidificadores de vapor frío son una opción mucho más segura para su gato.
2. Asegúrese de que el agua del humidificador esté limpia
Asegúrate de cambiarlo de vez en cuando y de que la cámara de agua también se limpie regularmente.
3. Considere invertir en un higrómetro para monitorear los niveles de humedad en su hogar
De esta manera, puedes asegurarte de que no haya demasiada humedad en el aire.
4. Es posible que deba abrir la ventana de vez en cuando para refrescar el aire interior
Esto dependerá de la humedad exterior y de las instrucciones del fabricante,
5. Intenta conseguir un humidificador silencioso
Los ruidos fuertes pueden ser estresantes para los gatos.
6. Elige un humidificador que no se caiga fácilmente
Los gatos pueden volverse demasiado curiosos a veces y solo quieres evitar que jueguen demasiado con ellos.
7. No pongas aceites esenciales en tu humidificador
Los aceites esenciales son tóxicos para los gatos.
8. Vigile a su gato por cualquier síntoma de enfermedad
Busca ayuda veterinaria si notas algún cambio negativo en la salud de tu gato.
Reflexiones finales
En resumen, usar un humidificador, en particular uno de vapor frío, según las instrucciones de la unidad, puede ser beneficioso tanto para usted como para su gato. Asegurar un nivel saludable de humedad en su hogar puede hacer maravillas para su gato en términos de prevención de piel seca y problemas respiratorios. Si decide invertir en un humidificador, recuerde elegir uno que sea silencioso, fresco y lo suficientemente robusto como para hacer frente a un gato curioso.