A veces, los gatos que han vivido juntos en armonía pueden repentinamente volverse unos contra otros y pelearse. Puede ser confuso y frustrante que se interrumpa repentinamente la paz en el hogar.
Afortunadamente, estas peleas no surgen de la nada. Hay algo que los desencadena y encontrar estos desencadenantes puede ayudarlo a resolver y evitar que ocurran peleas futuras. Entonces, aquí hay algunas razones comunes por las que los gatos pueden empezar a pelear entre ellos de repente.
Las 6 razones comunes por las que los gatos comienzan a pelear de repente
1. Cambios en el Medio Ambiente
Los cambios en el entorno de un gato pueden hacer que sienta estrés o ansiedad. Los gatos que se sienten inseguros e inseguros pueden agitarse más fácilmente y actuar de forma inesperada. Si nota que sus gatos están peleando, busque cambios recientes que puedan haber provocado agitación.
Los cambios pueden ser ambientales, como mudarse a una nueva casa o vivir con nuevos compañeros de casa. Los cambios también pueden ser circunstanciales, como quedarse solo en casa por períodos más prolongados o tomar nuevos medicamentos.
2. Gatos maduros
La relación entre los gatos puede evolucionar a medida que crecen y maduran. Por ejemplo, un gatito puede llevarse bien con un gato mayor, pero una vez que ese gatito llega a la edad adulta, su actitud hacia el otro gato puede cambiar.
Los gatos adultos tienden a ser más territoriales que los gatitos, por lo que si sienten que no tienen suficiente espacio, pueden comenzar a pelear entre ellos. Además, a medida que los gatos alcanzan la tercera edad, pueden volverse menos pacientes con otros gatos y portarse mal.
3. Territorios inseguros
Los gatos necesitan tener su propio espacio. Pueden volverse muy protectores con sus lugares favoritos y pueden terminar peleando por espacios específicos en el hogar. Si siente que su espacio es demasiado pequeño para dos gatos, puede intentar aumentar la cantidad de espacios territoriales al traer más árboles para gatos, hamacas o perchas. Estos artículos pueden crear un espacio saludable y límites entre los gatos para que sea menos probable que se encuentren y se peleen.
También puede ser útil separar a sus gatos durante las comidas para que se sientan completamente relajados mientras comen y no tengan que preocuparse de que les roben la comida. A veces, instalar más cajas de arena ayuda a los gatos al darles más espacio para hacer sus necesidades sin ensuciarse.
4. Aburrimiento
El aburrimiento puede desencadenar muchos comportamientos destructivos y no deseados en los gatos. Por lo tanto, es importante proporcionar muchas sesiones de ejercicio y actividades de enriquecimiento para mantener a tu gato ocupado y estimulado.
Los gatos aburridos a menudo tienen mucha energía acumulada y pueden terminar actuando de manera más agresiva. También pueden tratar de atraer y molestar a otros gatos para que jueguen con ellos, lo que puede provocar agitación e iniciar una pelea.
5. Problemas de salud
Si su gato experimenta algún dolor o malestar debido a un problema de salud subyacente, puede comenzar a actuar de manera más agresiva o agitarse fácilmente. Incluso los cambios en las hormonas pueden hacer que los gatos se sientan más irritados e incómodos.
Los cambios repentinos en los comportamientos pueden indicar problemas de salud internos. Por lo tanto, no está de más llevar a tu gato al veterinario para ver si hay una causa física que esté afectando el comportamiento de tu gato.
6. El tiempo de juego salió mal
De vez en cuando, el tiempo de juego puede salir mal entre gatos que normalmente se llevan bien. Es posible que un gato haya actuado demasiado agresivamente y haya cruzado un límite que condujo a una pelea.
Este tipo de interacciones son normales y, a menudo, se resuelven solas. A veces, los gatos solo necesitan expresarse y resolver los límites por su cuenta. Sin embargo, si las peleas comienzan a volverse más agresivas y más frecuentes, es importante intervenir para mantener a salvo a ambos gatos.
Cómo interrumpir una pelea de gatos de manera segura
Hay casos en los que es necesario separar a los gatos por razones de seguridad. La mejor manera de terminar una pelea es intervenir antes de que sucedan. Estos son algunos signos de agresión que los gatos pueden mostrar cuando se están preparando para pelear:
- La cola se agita de un lado a otro
- Orejas erguidas y apuntando ligeramente hacia adelante
- Pupilas contraídas
- El cuerpo está en una posición de ataque
- Enfrentando directamente al oponente
- Aullidos o maullidos
- Mostrar dientes y garras están fuera
Si observa alguno de estos signos de agresión, actúe de inmediato y trate de distraer a los gatos. Puedes hacer un ruido fuerte aplaudiendo o agitando una lata llena de monedas. Rociar agua con una botella de plástico con atomizador puede hacer que los gatos intenten escapar de la escena. Si los gatos se están peleando, es posible que debas usar más agua para separarlos.
Lo último que quiere hacer es alcanzar y separar a los gatos por su cuenta porque puede ser peligroso. Además, asegúrate de no golpear ni perseguir a ninguno de los gatos, ya que esto acabará con la confianza que tienen contigo.
Si las peleas se vuelven frecuentes, lleva a tu gato al veterinario para que lo revise y descarte cualquier condición física que esté desencadenando comportamientos agresivos. También puede trabajar con un especialista en comportamiento de gatos para descubrir cómo crear un espacio de vida armonioso para usted y sus gatos.
Conclusión
Las peleas de gatos pueden ocurrir de vez en cuando entre dos gatos. Por lo general, hay un nuevo desencadenante que causa estas peleas, como cambios en el entorno o una condición de salud subyacente. Hay muchos especialistas en animales que pueden ayudarte a descubrir qué está causando estas peleas. Por lo tanto, asegúrese de encontrar los factores que desencadenan las peleas para que pueda hacer los ajustes necesarios para evitar futuras peleas.